En algún momento de tu vida ¿pensaste cómo matar a un pájaro? más específicamente un mirlo.
Hoy te voy a enseñar cómo matar a uno.
El primer paso es observar, vos podés mirar a cualquier pájaro, pero al mirlo... observalo con atención, con detenimiento. Nunca sabés para dónde puede salir volando [o en todo caso, escapando] intentá hacerlo de día, ya sea observarlo o matarlo. De noche no vas a poder lograrlo. Tal vez te preguntes el por qué y, lo que pasa, es que el mirlo se camufla con la noche, con el azul del cielo nocturno. Te va a resultar casi imposible dar el tiro preciso que termine con su vida.
Sé paciente, si das los pasos correctos y silenciosos por Plaza Francia, es probable que alguno se pose a tu lado y si tenés suerte, sobre tu mano. Miralo de cerca, analizalo; pluma por pluma, porque tal vez en alguna, encuentres alguna herida, algún pecado o el recuerdo de una vieja caricia.
No te dejes engañar por la belleza de su canto, enfocate en lo que hay detrás de lo que canta. Tené cuidado con su naturaleza territorial y te recomiendo no buscar su nido, eso dejaselo a un experto.
Y una vez que logres tenerlo a él...
Si lo vas a matar, mira al Mirlo a los ojos, que sepa todo lo que sabés de él, porque él te va a mostrar todo lo que sabe de vos. Cuando se miren y te veas, no dudes en apuntar y disparar.
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