¿Cómo estás?

¿Cómo estás? Me preguntaron, puede parecer una pregunta fácil pero va mucho más allá. Tengo 15 años y este año como todos me propuse que sea mi año, que ingenuo fui. Pase decaídas, perdidas, excesos, llegó gente pero se fue mucha otra, rei más de lo que llore pero te aseguro que cada lágrima fue más sincera que cada risa.

Casi a fin de año que nos encontramos y yo todavía me preguntó que va a ser de mi, ¿Que me tendrá deparado el futuro?, las incógnitas? Uno de mis mayores enemigos, tuve respuestas de muy pocas, y de las que no conseguí saber el porque tuve que quedarme con la duda. El pasar del tiempo aveces no te da la respuesta a las cosas pero te demuestra que tal vez no eran tan importantes, que es mejor dejarlas escondidas. Agrandamos la casa, pero achicamos la familia, flores tengo un montón, pero la rosa que más quería ya marchito, la abuela siempre tenía algo que decir aveces me preguntó que diría en estos días, siempre pareció tan despreocupada que me preguntó si realmente fue sincera con su sentir.

Fue un año triste pero crecí demaciado como persona, me di cuenta que aveces es mejor dejar que la gente se vaya a qué te terminen infectado con su radiación, la vi llorar a mamá y trate de ayudar, vi amigos tirados y los levanté, me caí mil veces y 999 veces me levanté teniendo la esperanza de no volver al pozo, si cada recaída te da enseñanzas, ¿Que más me queda por aprender?.

Voy a cumplir 16 y cada día se hace más corto, me arrastró por el suelo raspandome las manos por el miedo del futuro, con el miedo de crecer y ya no poder llorar mas en los brazos de mamá, heridas tengo muchas, cicatrices muy pocas, fue un año difícil y eso lo sé, pero si me preguntas como estoy, te voy a decir que estoy bien.