¿Como escapo de la rutina?

Despierto al alba, en la penumbra tibia,

con el eco del despertador que rompe el sueño.

La rutina, esa sombra que me sigue,

me atrapa en su red, sin dejarme resuello.

Los días se deslizan, monótonos, grises,

una danza sin alma, sin sorpresa.

El reloj marca el tiempo, implacable y frío,

mientras mi espíritu grita en su presa.

Los mismos caminos, las mismas caras,

el mismo destino, una jornada idéntica.

El tedio se asienta, como polvo en las alas,

y la vida se vuelve apenas estadística.

¿Qué hacer, me pregunto, para hallar la salida?

¿Cómo escapar de esta rueda sin fin?

El deseo de cambio arde en mi pecho,

pero el miedo a lo nuevo se convierte en mi ruin.

Sueño con cielos abiertos, con viajes sin mapa,

con romper las cadenas, con volar sin retorno.

Pero la inercia me ancla, la duda me atrapa,

y me quedo varada, en un eterno contorno.