Cigüeñas de paso.

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El tiempo y sus ¿Desastres?

Donde yo metí muchos goles, ahora hay una casa tutelada vacía. Creo que ese concreto espacio de la portería, lo ocupa la hoy inútil cocina.

Recuerdo bastantes de aquellos remates a portería; uno de ellos en un solteros contra casados, gol polémico, porque se protestó reclamando que el balón había salido ya del campo cuando yo lo golpeé al lado del poste metiéndolo en la portería. Yo sé que fue un gol legal, y Miguel, que hacía de árbitro, también lo tuvo así de claro.

Un día, dentro de no tanto, como les pasa hoy a las porterías, a las canastas de baloncesto, a la pista de pádel, a la casa tutelada, la misma iglesia será una cáscara sin gentes, sin goles, sin misas.

No sé si alguien ha visto a la cigüeña. Yo no.

Un día como hoy, hace ya seis años, sonó la última canción en directo de Tintorrock. No recuerdo cual fue, pero es muy probable que se cerrara el círculo con Torreblanca.

Faltó mucho amigo porque no era un concierto de nuestra banda, era de otra gente importante, y había que pagar entrada (Saratoga). Nosotros fuimos siempre una banda de gratis. Éramos ahí tan solo unos invitados.

Tintorrock, digo ahora, nunca se ha despedido oficialmente (tampoco es que la banda fuera de ese tipo de élites que tienen la categoría de hacer anuncios oficiales), pero sí sé, sí recuerdo, ya que no la última canción, mis últimas palabras, y últimas del grupo, desde el escenario:

-Nos vemos... en las bibliotecas.

(Nunca he visto a nadie de aquel público en una de ellas. Y eso que dos de cada tres personas de este país, leen aunque no bucean).

Nos vemos... por estos muros. Si acaso.