Cenizas

11:11

Es la hora en que mis hermanas me rodean.
Un círculo de súplicas y cánticos.
Siento el olor de la madera, el pastizal y el aire del campo.

Sus ojos en mí, mis ojos en ellas.

Parada sobre este altar
dirigido a ningún dios,
pido un deseo.

"Libérame de mis debilidades.
Haz que nazca una nueva yo."

Hay una pequeña esperanza,
en forma de brillante y humeante antorcha.
Y la dejo caer.

Deseo que el tiempo se detenga
ahora que las llamas me consumen,
cuando las partículas de mi ser se desprendan
para crear una nueva yo.
Deseo que esto nunca termine,
que el dolor me haga renacer.

Estoy intentando florecer de nuevo.

Sé que estoy viva
ahora, en el calor de las llamas.
Quiero nacer de nuevo,
para ser una nueva yo.

Mis hermanas cantan:
"No tengas miedo.
Ahí va tu cuerpo al fuego, ahí va.
Lo consume pronto, lo acaba sin tocarlo.
No tengas miedo.
Siente lo que nunca has sentido,
eso que te negaron siempre.
No tengas miedo.
No dejes que los bastardos te carbonicen.
Transfórmate en una verdadera flor de fuego."

¿Puedo creer que la luz del fuego me permitirá ser libre?
Incluso si me quemo de nuevo, ¿será suficiente?

¿Finalmente soy brillante
ahora que me estoy quemando?

Deseo que el tiempo se detenga
ahora que las llamas me consumen,
cuando las partículas de mi ser se desprendan
para crear una nueva yo.
Deseo que esto nunca termine,
que el dolor me haga renacer.

Estoy intentando florecer de nuevo.

Ahora sé que puedo respirar de nuevo
mientras las llamas me consumen.
Invadida por esta ola de dolor,
convertiré mi piel en cenizas.
Pero volveré a vivir.

Sé que, mientras más duela, más viva me sentiré.
Sé que las cenizas serán testigo de mi vieja yo.
Nada dura para siempre.

Estoy a punto de vivir de nuevo,
mientras las llamas me consumen.

Es una hermosa vida nueva,
debajo de esta piel carbonizada.
Después de las 12,
otro ser surgirá,
de las llamas, como un fénix será,
y extenderé mis alas.

Volví a nacer de entre las cenizas.
Sé que, mientras más duela, más viva me sentiré.
Sé que las cenizas serán testigo de mi vieja yo,
porque nada dura para siempre.

Las llamas se volvieron azules.
En el fuego quedan las huellas de mi pasado.
Me entregué a ellas siendo una,
y salí de ellas siendo otra.

Una verdadera flor de fuego.