ceder

expectante tuya, atenta al micro movimiento que se aproxima, y me escondo. me despojo a duras penas del insensato lazo que nos unía, y me aferro a la mediocridad de palabras compartidas, cuyas he de confesar que su poco sentido me interpela un poco en el alma. siempre creí que ante todo clima poco entendible, ibas a ser vos, y que la posibilidad de alguien a mi lado no tenía ningún tipo de sentido si no eras vos, pensé que extrañarte y amarte de tal forma en algún futuro cobraría algo de sentido. sin embargo me sorprendo cuando me doy cuenta que las cosas ya no ocurren como solían serlo, y los sentimientos se resbalan y se transforman en algo muy distinto, que la veracidad de mis palabras de un año atras se ven afectadas por mis pensamientos el día de hoy. no creo ya no amarte porque aún sigo siendo en parte la emmita de 17 años que te amaba incontrolablemente, pero sé que hay otra parte mia que odiarias y que te generaría mucho más conflicto, que el amarme hoy para vos es imposible, y comprendo esto mucho más allá de mi actuar, de mi reaccionar y de la miserable capacidad de entender qué es lo que me pasa. creo que hemos llegado a lo que más he temido; ya no nos conocemos.

y sí, vos amas a la emmita de 17 años, pero no me conoces. y sí, vos recordas mis besos a la mañana, pero yo desde esa última vez con vos que no doy uno, y quizás aún no esté lista para besar nuevamente de esa forma. y sí, te extraño más que a nada, y sí hubiera deseado que fueras vos, pero la fuerza de mis brazos cedió ante la dificultad de un futuro mejor, y me rendí y dejé pasar, y sonreí porque no había manera de que el quererte me sirva de algo más que demostrarme a mi misma la vulnerabilidad de mi piel. te amo y te extraño, y siempre voy a hacerlo, sólo que quizás ahora un poquito menos.