Observo el cuarto, doy cuenta del desastre
La ropa apilada debilita el porte de los muebles,
cubiertos de polvo y rastros de perfume
En los muros hay el ocre moho dándose paso entre grietas,
o su paradero con el vinagre silencio embebido
Las cebollas de verdeo se pudren en el agua,
marchitos vegetales en terrosa vacuidad
Gatos que enfrían la tensión de unas gotas en libre caída:
son mis ojos necios que pueden mirar sólo lo que está ahí
Por eso es que ansío tu regreso
(Si no estás soy catarata, la casa rebalsa de mí)

Sofía
"Que si el amor penetra en nuestras vidas, y cambia soledades por perfidia, va la poesía y se agota entre las manos."
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