Cartas a Jouska (1)

Amor que me desvela

Estoy enamorado porque espero.

Porque tu piel no me pertenece aún, pero ya la reconozco en la oscuridad de mis dedos.

Estoy enamorado porque espero.

Porque tu cuerpo rozó el mío como una plegaria,

como una promesa apenas susurrada en la penumbra.

Estoy enamorado porque espero.

Porque el roce de tus manos no fue caricia, sino un presagio.

Estoy enamorado porque el deseo no terminó de nacer y ya me devora.

Porque en cada gesto que no se atrevió a ser se escondía el mapa de todo lo que vamos a ser.

Estoy enamorado porque espero.

Porque hay un lugar entre tus brazos que aún no conozco, pero que mi cuerpo recuerda.

Porque cuando cierro los ojos, siento la forma exacta de tus caderas en mis manos como si el tiempo hubiera sido generoso

y nos hubiera prestado un instante eterno que aún no vivimos.

Estoy enamorado porque todavía no fuimos, pero ya somos.

Porque nuestras miradas se desnudaron mucho antes que nuestros cuerpos, y en ese pudor ardió todo lo que hoy me quema.

No sé si esta carta la escribo desde el recuerdo o desde el deseo. Todo en mí arde con la certeza de que te amo desde antes de que existieras, como si esta historia se hubiese escrito en la piedra de los tiempos y sólo ahora estuviéramos pronunciando en voz alta lo inevitable.

Te pienso como si te hubiera amado en otras vidas, como si esta carne mía llevara en sus pliegues la memoria de tu cuerpo. Te deseo con la violencia de quien quiere volver a habitarse a sí mismo.

Hay noches como esta que tu amor no me visita, me posee.

Amarte es mi manera de resistir a la muerte. Sos mi inmortalidad.

Estoy enamorado porque te espero.

Algún día serás mía pero no como se posee,

sino como se vuelve a casa.

tuyo, para siempre y otra vez.

El oscurantismo.