Hola, te cuento:
Ayer fuí a lo de mi abuela la que te defendia a muerte, hacia mucho no la veia, tres días en realidad; siempre que voy tomo café porque el que hay en mi casa es muy feo, en ese momento es cuando tengo que decidir entre la taza de vidrio o la de porcelana ya que en la primera puedo ver como el polvo se diluye de una forma muy linda en el fondo.
Ella me dijo que no se puede defender lo indefendible con respecto a tu caso, pero hasta ahi llegamos, no quise hablar mas.
Volví a mi casa y llore porque no estoy contento con como me tratan por ser trans, o "traba" como diría el mundo.
Fuí a cenar a lo de mi papá y la novia es de esas personas que camuflan la crueldad con sinceridad, pero a mi eso no me importa, no logra humillarme.
Una amiga me dijo que la carta de ayer le rompia un poquito el corazón.
Volví con mi mamá y me hice un té mientras hablaba con ella, ya eran al rededor de las 00:00.
Me gustaría que el día tenga dos horas más, no llegué a terminar mi dibujo.
Escuché canciones muy nostalgicas pero me fui a dormir porque ya era tarde, y si no, como todos los días me duermo en el banco del colegio.
Eso es todo por hoy, la causa de por qué escribo esto ya la sabemos.
Adios, te quiero.
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