Escribo cartas que nunca llegarán a su destino. Tal vez porque no quiero romper el silencio que nos dimos, o porque me ahogaba el miedo al confesar lo que he sentido.
Ya es muy tarde; quizás soy muy negativo en cuentos tan apasionados, tan demostrativo.
Tuviste a alguien que no era así contigo: frío a tu lado, distante y evasivo.
Estas palabras son un eco sin sonido, un nudo en la garganta, un tiempo perdido, un latido de un corazón vencido, un refugio que nunca fue construido.
¿Quién pone el punto final a lo no vivido?
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión