mobile isologo
buscar...

Capitulo 2

Dec 23, 2024

46
Capitulo 2
Nuevo concurso literario en quaderno

Introducción de Marte y la Antártida: Tensiones y recursos

Marte y su necesidad de recursos

En el año 2345, Marte se encuentra en una etapa crítica de su desarrollo. Con el 54% de su superficie explorada y habitada bajo gigantescos domos, la sociedad marciana (aresianos, martíes y domitas) enfrenta serios desafíos relacionados con la falta de recursos naturales. Uno de los mayores problemas es la producción de oxígeno, ya que las tecnologías existentes son insuficientes para sostener a su creciente población y sus ambiciosos proyectos de expansión. Esto ha llevado al gobierno marciano a buscar alternativas fuera de su planeta, enfocándose en la Antártida como un territorio clave.

La explotación de la Antártida

Desde hace décadas, Marte ha establecido operaciones masivas en la Antártida, extrayendo hielo, minerales raros y otros recursos vitales para la subsistencia de sus domos y su industria tecnológica. Estas operaciones, realizadas sin regulación ni supervisión terrestre, han generado un impacto significativo en el ecosistema de la región, alterando sus capas de hielo y poniendo en riesgo la biodiversidad. Marte defiende su presencia argumentando que la Antártida es un área internacional y que sus avances tecnológicos son los únicos capaces de aprovechar estos recursos de manera eficiente.

Por otro lado, la Tierra, fragmentada en una sociedad anarcocapitalista donde las corporaciones tienen un papel dominante, reclama soberanía sobre la Antártida. Las corporaciones terrestres ven en los recursos de la región una oportunidad económica clave, mientras que grupos ecologistas exigen que se preserve como un santuario natural. Este conflicto de intereses ha intensificado las tensiones entre Marte y la Tierra, especialmente porque los habitantes de Areté, la estación espacial neutral, también tienen opiniones divididas sobre el tema.

La posición de Areté

Areté, con su sistema minarquista y su consejo político de siete miembros, intenta mediar en las tensiones. Sin embargo, la influencia de los partidos políticos hace que las posturas varíen. El Partido Naranja, liderado por Elviro Domínguez, adopta una posición pragmática, buscando un equilibrio entre la explotación responsable y la protección del medio ambiente. El Partido Rojo, alineado con Marte, defiende la soberanía marciana sobre los recursos de la Antártida, argumentando que su tecnología es el único medio para garantizar la supervivencia de la humanidad en el espacio. Por su parte, el Partido Verde, vinculado a los intereses terrestres, exige el cese inmediato de las operaciones marcianas y propone un sistema de concesiones administrado por las grandes corporaciones de la Tierra.

Tensiones crecientes

El conflicto por la Antártida ha llevado a un aumento de las hostilidades políticas y económicas entre Marte y la Tierra. Aunque Marte depende de los recursos antárticos para mantener su crecimiento, la Tierra ha comenzado a movilizar sus propias flotas espaciales y a financiar misiones de exploración en áreas no ocupadas de la región. A su vez, Marte ha intensificado su presencia, instalando bases avanzadas con tecnologías de defensa que muchos interpretan como una muestra de su intención de consolidar su control.

En paralelo, surgen movimientos de resistencia en la Antártida liderados por ambientalistas y corporaciones terrestres que buscan frenar la explotación marciana. Estos movimientos han comenzado a recibir apoyo desde Areté, donde ciudadanos preocupados por el futuro del planeta organizan protestas y debates públicos sobre el tema. La situación se torna cada vez más delicada, con rumores de sabotajes a las instalaciones marcianas y represalias tecnológicas por parte de Marte.

El dilema tecnológico

En medio de estas tensiones, surgen propuestas para recuperar las regiones sumergidas de Europa, África y Asia mediante propulsores acuáticos que podrían devolver estas tierras a la superficie. Aunque la tecnología necesaria para llevar a cabo este proyecto aún no existe, tanto Marte como la Tierra consideran que el control de estos territorios podría redefinir el equilibrio de poder. La posibilidad de acceder a los recursos hundidos bajo el agua se convierte en un nuevo punto de disputa, complicando aún más las relaciones entre ambas potencias.El conflicto por la Antártida y los recursos terrestres refleja las profundas diferencias entre Marte y la Tierra en cuanto a filosofía política, economía y tecnología. Mientras Marte busca consolidar su autosuficiencia y expandir su influencia, la Tierra lucha por mantener el control de sus recursos y preservar su posición en el sistema solar. En medio de este panorama, Areté desempeña un papel crucial como mediador y como escenario de los grandes debates políticos que definirán el futuro de la humanidad.


En el universo de El Gran Éxodo, los tatuajes han evolucionado más allá de la tinta convencional, convirtiéndose en un arte tridimensional, funcional y profundamente simbólico que refleja la filosofía y las experiencias de cada individuo según el lugar donde habiten. Aquí te presento cómo podrían ser los tatuajes en cada contexto:

Tatuajes en Areté: El arte vivo de la ideología

En Areté, los tatuajes son interactivos y filosóficos. Diseñados con nanotecnología y materiales biocompatibles, estos tatuajes no solo son visibles, sino que cobran vida bajo ciertas circunstancias. Por ejemplo:

  • Debates proyectados: Un tatuaje puede desplegar una mini-proyección holográfica en 3D sobre un pensamiento filosófico o político. Algunos residentes llevan debates históricos o citas célebres grabadas, que se activan al tocarlas.

  • Símbolos cambiantes: Los tatuajes de Areté evolucionan junto con las creencias de la persona. Si un habitante cambia de partido político o filosofía, el diseño puede reconfigurarse automáticamente.

  • Tatuajes-juego: Hay tatuajes que se transforman en mini-juegos o rompecabezas como el ajedrez, simbolizando la pasión de Areté por el pensamiento estratégico.

Estos tatuajes no son solo decoración: representan el equilibrio entre tradición y modernidad que define a Areté.

Tatuajes en Marte: Marcas de supervivencia y devoción

En Marte, los tatuajes son marcas rituales y herramientas de identidad colectiva, creados no solo con tinta, sino con microscópicos materiales energéticos. Representan el sacrificio de vivir bajo los domos y la conexión con su entorno hostil.

  • Tatuajes brillantes: Gracias a un pigmento biofluorescente, los tatuajes de Marte pueden brillar en la oscuridad de los domos o en la superficie marciana. Muchos muestran imágenes del planeta rojo, constelaciones o mapas de los túneles subterráneos.

  • Tatuajes funcionales: Algunos se vinculan con los sistemas de los trajes espaciales. Por ejemplo, un tatuaje en el antebrazo podría mostrar los niveles de oxígeno del usuario o la temperatura ambiente, convirtiéndose en una herramienta de supervivencia.

  • Marcas de afiliación: Los miembros del Partido Rojo suelen llevar un tatuaje de su emblema en un lugar visible como símbolo de lealtad. Además, es común que los deportistas de la liga de Marte se tatúen los logos de sus equipos.

Tatuajes en la Tierra: Experiencias sensoriales y materialismo

En la Tierra, los tatuajes han alcanzado un nivel de personalización sensorial único, reflejando el amor hacia lo material y la tecnología.

  • Tatuajes hápticos: Estos tatuajes están diseñados para producir sensaciones al tacto. Por ejemplo, un tatuaje de fuego en la piel puede dar una leve sensación de calor al pasar la mano sobre él.

  • Tatuajes multimedia: Integran microchips que permiten reproducir sonidos o pequeños videos al ser escaneados con dispositivos como lentes inteligentes.

  • Tatuajes coleccionables: Muchos terrícolas ven los tatuajes como piezas de colección. Es común que se intercambien o se comercialicen diseños exclusivos, como si fueran bienes de lujo. Algunos incluso representan criptomonedas o bienes adquiridos.

En la Tierra, los tatuajes no solo decoran; cuentan una historia de éxito material y logros individuales.

Tatuajes con un mensaje universal

En este mundo, hay una tendencia creciente de tatuajes tridimensionales llamados “Ángeles de la Piel”, inspirados en la idea de los Ángeles de la Discusión de Areté. Estos tatuajes representan pequeñas figuras aladas en 3D que parecen moverse ligeramente bajo la piel, como si debatieran entre sí. Es una moda que une a los tres mundos, pues recuerda la lucha entre ideas y valores en una era de cambios radicales.

La primera gran exclusión de Ariadna

Ariadna tenía 7 años cuando experimentó su primera gran exclusión, un evento que marcaría su vida para siempre. Había sido invitada, junto con su familia, a un lujoso casamiento que reunía a algunas de las figuras más influyentes del mundo criptoeconómico y ambiental. El evento se realizaba en un salón de alta tecnología ubicado en la cúspide de una de las enormes cúpulas cristalinas en Areté, diseñado para ofrecer una vista panorámica de las estrellas y el planeta Tierra.

Ariadna llevaba un delicado vestido blanco que su madre había elegido especialmente para la ocasión. El atuendo, aunque hermoso, la hacía sentir fuera de lugar. Mientras los adultos charlaban animadamente sobre negocios y proyectos, Ariadna se mantenía apartada, observando con curiosidad el entorno y los hologramas que narraban la historia del lugar. Sin embargo, había algo en el aire que le resultaba inquietante.

El asesinato y los lentes inútiles

Durante la celebración, en un momento de confusión general causado por un espectáculo de fuegos artificiales proyectados en el cielo artificial del domo, Ariadna fue testigo de algo que cambiaría su perspectiva del mundo. Estaba explorando un corredor más apartado cuando vio a un hombre caer al suelo tras un disparo, con tres gotas de sangre que salpicaron su vestido. El asesino, un individuo con tatuajes distintivos que brillaban en tonos rojos y negros –claramente relacionados con Marte–, escapó rápidamente entre las sombras.

En ese instante, Ariadna quiso grabar lo que había presenciado. Sabía que los lentes inteligentes podían hacerlo con dos parpadeos rápidos. Sin embargo, debido a su defecto en el ojo derecho –el ojo violeta que no funcionaba correctamente–, los lentes no respondieron. Aunque intentó una y otra vez activar la grabación, la función no se activó. La memoria de sus lentes seguía completamente vacía, algo inusual para cualquier niño de su edad, ya que la mayoría acumulaban gigabytes de recuerdos, desde momentos cotidianos hasta juegos y aprendizajes.

Ariadna quedó paralizada, incapaz de reaccionar mientras el cuerpo de la víctima, un prominente empresario relacionado con proyectos ambientales y criptoeconomía, yacía en el suelo.

La llegada de la policía y el trauma

Minutos después, la policía de Areté llegó al lugar, alertada por los gritos de algunos asistentes que también habían notado la escena. Al descubrir a Ariadna cerca del cuerpo, con el vestido manchado de sangre, la interrogaron de inmediato. Sin embargo, la niña estaba en estado de shock. No podía hablar, no podía explicar lo que había visto, y lo único que repetía en su mente era el rostro del asesino y sus tatuajes marcianos.

Cuando los oficiales revisaron los lentes de Ariadna, descubrieron que no tenían ninguna grabación almacenada, algo que los desconcertó profundamente. Al carecer de evidencia, el caso comenzó a complicarse. En un mundo donde los lentes inteligentes eran herramientas clave para recopilar datos y resolver crímenes, la incapacidad de Ariadna para utilizarlos la colocó en una posición de vulnerabilidad y exclusión.

La reacción de su familia

El padre de Ariadna intentó calmarla y protegerla del escrutinio de la policía, quien inicialmente sospechaba de su silencio. Aunque él explicó que su hija tenía un defecto en el ojo derecho que impedía el correcto funcionamiento de los lentes, no hubo suficiente cooperación por parte de las autoridades.

Durante los días siguientes, Ariadna permaneció aislada en su habitación, tratando de procesar lo que había ocurrido. Las imágenes del asesinato la atormentaban. Su condición visual, que hasta entonces había sido un motivo de burlas y miradas curiosas, ahora la hacía sentir profundamente impotente.

El impacto en Ariadna

El asesinato nunca fue resuelto, y el asesino, con sus distintivos tatuajes marcianos, desapareció sin dejar rastro. Para Ariadna, este evento no solo marcó su primera experiencia con la exclusión, sino también con la injusticia. Se dio cuenta de que, en un mundo donde la tecnología definía el acceso a la verdad y a la justicia, ella estaba en desventaja.

El vestido blanco manchado con tres gotas de sangre fue cuidadosamente guardado por su madre, quien lo lavó y lo colocó en un baúl, lejos de la vista de Ariadna. Sin embargo, para la joven, las manchas permanecían imborrables en su memoria. Este evento se convirtió en uno de los pilares que moldearon su carácter y sus convicciones políticas, encendiendo en ella una profunda necesidad de cuestionar el sistema que la había marginado y de buscar una verdad que iba más allá de lo que los lentes inteligentes podían registrar.

Ariadna nunca volvió a cruzarse con el asesino, pero la imagen de sus tatuajes marcianos quedó grabada en su mente como un símbolo de la dualidad entre el poder y la fragilidad de la tecnología, y de cómo el sistema podía fallar incluso a quienes vivían en el corazón de su avance más sofisticado.

En el año 2345, las armas han experimentado una evolución considerable gracias a los avances en tecnología y la integración de sistemas cibernéticos. En el contexto de El Gran Éxodo, las armas son sofisticadas y especializadas, adaptadas a un mundo donde la violencia es más selectiva y los enfrentamientos suelen ser más personales, pero también más letales. Las tecnologías de armamento ahora se enfocan en minimizar el daño colateral y la maximización de precisión, lo que hace que las armas sean extremadamente eficaces en manos de personas capacitadas, pero también peligrosas cuando caen en manos equivocadas.

Conversación entre Ariadna y su padre

Ariadna estaba sentada en un rincón de su habitación, con las piernas recogidas contra su pecho y el vestido blanco todavía manchado con tres gotas de sangre, un testigo mudo del horror que había presenciado. Su padre, un hombre de mirada cálida y paciencia infinita, se acercó lentamente y se sentó junto a ella en el suelo.

Padre: (en voz baja) "Ari, ¿puedo sentarme contigo?"

Ariadna: (asiente ligeramente, sin levantar la vista)

Padre: "Vi lo que pasó. Sé que fue algo muy difícil, algo que nadie debería tener que ver, y menos una niña como tú. ¿Quieres contarme qué sentiste?"

Ariadna: (con la voz quebrada) "Papá... lo vi... vi cómo le disparaban. Estaba ahí, solo ahí, y no podía moverme. Intenté grabarlo con los lentes, pero... no pude. ¡Mis lentes no funcionan, papá! Siempre dicen que soy rara por mi ojo, y ahora... no pude ayudar."

Padre: (le pone una mano en el hombro) "Ari, no eres rara. Eres única, y eso no tiene nada de malo. Lo que pasó no es tu culpa. Tus lentes... sí, son diferentes, pero eso no cambia lo valiosa que eres. Lo importante es que estás aquí conmigo y que estás a salvo."

Ariadna: "Pero papá, si los lentes hubieran grabado, ellos... ellos podrían saber quién lo hizo. Tenía tatuajes de Marte. Parecían como... como fuego en su piel. Pero nadie me va a creer porque no tengo pruebas."

Padre: (suspira y la abraza) "No necesitamos que todos te crean, Ari. Yo te creo, y sé que hiciste lo mejor que pudiste. Voy a hablar con la policía. Voy a explicarles lo que pasó. Tú no estás sola en esto, ¿de acuerdo?"

Ariadna: (entre lágrimas) "¿Van a atrapar al hombre malo?"

Padre: (mirándola a los ojos) "Voy a hacer todo lo que esté en mis manos para que eso pase. Pero quiero que recuerdes algo, Ari. A veces el mundo no es justo, pero tú siempre puedes ser mejor que eso. Lo que importa es lo que llevas aquí." (toca suavemente su pecho). Lo que nunca pudo entender se preguntaba a si mismo como termino el vestido de ariadna con sangre si sospechaba el arma que se pudo a ver utilizado.

Conversación entre el padre de Ariadna y la policía

La sala de interrogatorios era fría y minimalista, con un único escritorio y dos sillas enfrentadas. Dos oficiales, uno con semblante cansado y otro más joven con un aire de impaciencia, estaban revisando los lentes de Ariadna cuando su padre entró, decidido pero manteniendo la calma.

Padre: "Oficiales, quiero hablar sobre lo que pasó esta noche. Mi hija está muy asustada y necesita que entiendan su situación."

Oficial veterano: (mirando al padre) "Entendemos que su hija presenció el incidente, pero tenemos un problema: los lentes de la niña no tienen ninguna grabación. ¿Puede explicar eso?"

Padre: "Sí, puedo explicarlo. Ariadna tiene una condición especial en su ojo derecho. Ese ojo, el violeta, no funciona correctamente, y eso afecta la capacidad de los lentes para grabar o almacenar información. No es algo que ella pueda controlar."

Oficial joven: (frunciendo el ceño) "¿Nos está diciendo que su hija lleva dos años con esos lentes y no tiene absolutamente nada grabado? Eso es... inusual, por decir lo menos."

Padre: (cruzando los brazos) "Es inusual, pero es la verdad. Ariadna siempre ha sido diferente, y no tiene por qué justificar su condición para ustedes. ¿De qué sirve interrogarla si está en shock? Lo que necesitamos es apoyo, no que la traten como sospechosa."

Oficial veterano: (interviniendo con un tono conciliador) "Entendemos la situación, señor. Pero sin evidencia tangible, nuestras manos están atadas. Estamos revisando las grabaciones del salón y los lentes de otros asistentes. ¿Su hija mencionó algo que podamos usar, algún detalle?"

Padre: "Sí, mencionó que el asesino tenía tatuajes distintivos, claramente marcianos, que brillaban como fuego. Esa debería ser una pista suficiente para empezar."

Oficial joven: "Con todo respeto, señor, hay cientos de marcianos con tatuajes. Necesitamos algo más sólido."

Padre: (mirándolo fijamente) "¿Algo más sólido? ¿Qué tal empezar por creer en lo que dice una niña que acaba de pasar por un trauma? Ella no está mintiendo. Tal vez si invierten su energía en buscar al asesino en lugar de cuestionarla, podríamos resolver esto más rápido."

Oficial veterano: (suspirando) "Haremos lo que podamos, señor. Pero entiende que sin pruebas concretas, este caso va a ser difícil de resolver."

El arma emplea un rayo de microondas con una frecuencia extremadamente alta. Cuando el haz se dirige al objetivo, las partículas del cuerpo de la víctima se sobrecalientan de forma rápida y localizada. Esto produce una muerte instantánea, sin dejar rastro visible de la energía aplicada. Es una muerte limpia, sin sangre, ya que el calor extremo desintegra las células de manera rápida y precisa.La tecnología permite modificar la intensidad del haz, lo que hace que el dispositivo sea adaptable tanto para el asesinato selectivo como para incapacitar a un objetivo de forma temporal (por ejemplo, para paralizar un sistema nervioso).

Padre: (levantándose) "¿Difícil? No me importa lo difícil que sea. Mi hija no debería cargar con la culpa de que su sistema falló. Háganlo funcionar. Es su trabajo."

El padre salió de la sala con el rostro endurecido, pero en su interior llevaba una mezcla de frustración y tristeza. Sabía que la justicia no siempre era justa, pero no iba a dejar que su hija enfrentara sola las consecuencias de un sistema que la había excluido desde el inicio.

Ariadna, desde muy joven, entendió que ser diferente no era solo un peso, sino una oportunidad para observar el mundo desde una perspectiva única. La exclusión que vivió durante su infancia la marcó profundamente, pero en lugar de retraerse, la llevó a una búsqueda incesante de sentido y conocimiento. Este trayecto estuvo fuertemente influido por la obra y el legado de Beatriz Sarlo, a quien admiraba como una de las más grandes intelectuales de su tiempo.

Para Ariadna, la intelectualidad no era una mera acumulación de conocimientos, sino un acto de transformación constante. Siguiendo las ideas de Sarlo, decía: "La efectividad de un intelectual está en su método y en su estilo. Es cómo piensa, cómo procesa lo que ocurre a su alrededor, cómo elabora una síntesis y cómo se propone comunicarla. Este es el legado de Sarlo, y debemos honrarlo."

Desde su adolescencia, Ariadna se convirtió en una apasionada lectora, no solo de libros y tratados académicos, sino de la sociedad misma. Analizaba los gestos del poder, los discursos políticos, las transformaciones culturales y tecnológicas, y las emociones humanas. Repetía una de las frases de Sarlo que más la inspiraban: "Un intelectual trata de entender el objeto que estudia sabiendo, de antemano, que nunca lo logrará por completo. ¿Por qué persiste? Porque la insistencia en el objeto es lo que diferencia la pasión del deseo. La pasión es maniática, el deseo es lábil y fluye."

Ariadna desarrolló un método propio, basado en la autocrítica y el autoanálisis. "Un intelectual debe estudiarse a fondo a sí mismo," decía, "porque su crítica será más efectiva cuanto más se aplique a su propio ser y a su propio tiempo." Esta perspectiva la convirtió en una figura influyente en la esfera pública, donde sus ideas desafiaban tanto a los sistemas opresivos de Marte como a las complacencias de la Tierra anarcocapitalista.

Inspirada por el compromiso democrático de Sarlo, Ariadna creía firmemente en el valor de las ideas como herramientas para nutrir el debate público. "El intelectual es el encargado de nutrir con ideas la esfera pública, proponerlas, apoyarlas, modificarlas, refutarlas. Es una función crítica y reflexiva que se dirige tanto a sus pares como al resto de la sociedad." Para ella, la divulgación del conocimiento era tan importante como la investigación académica, una lección que aprendió de la labor de Sarlo en Eudeba y el Centro Editor de América Latina. Por ello, Ariadna escribía y debatía incansablemente, asegurándose de que sus ideas llegaran tanto a las elites intelectuales como a las masas.

Pero el núcleo de su intelectualidad estaba en la pasión. Como decía Sarlo, y Ariadna hacía suyo: "La pasión no es simplemente un deseo, es una insistencia maniática en entender, en buscar respuestas, en cuestionar el statu quo." Con esta mentalidad, Ariadna exploró los conflictos de su tiempo, los dilemas de la inteligencia artificial, la ética de la manipulación genética y las posibilidades de reconciliar sistemas políticos aparentemente opuestos.

Finalmente, Ariadna nunca dejó de ser consciente de que su labor no estaba exenta de contradicciones. Decía: "Soy el producto de un conflicto que jamás terminaré de explicarme. Pero es ese conflicto lo que me impulsa a buscar, a debatir, a construir un puente entre el pasado y el futuro." Con su pensamiento crítico y reflexivo, honró el legado de Sarlo y se convirtió en un faro para quienes buscaban comprender y transformar el mundo.

En Areté, su voz resonaba como un eco de las palabras de Sarlo, quien alguna vez dijo: "Dentro de la democracia, todo; fuera de la democracia, nada." Ariadna nunca las entendio,pero siempre quedaron guardadas en su memoria.Una de sus frases más recurrentes, inspirada en los eventos de su vida, era: "Un intelectual debe estudiarse a sí mismo; su crítica será más efectiva cuanto más la aplique a su propio ser."

Ariadna se dedicó a nutrir con ideas la esfera pública, abordando temas complejos como la ética en un mundo donde la tecnología dictaba los valores, la sostenibilidad de los sistemas políticos, y los dilemas morales de la manipulación genética. Para ella, ser un intelectual no era simplemente exponer ideas, sino proponerlas, apoyarlas, modificarlas y, si era necesario, refutarlas. Creía fervientemente que este proceso debía ser simultáneamente colectivo e individual, porque un pensamiento que no se confronta con otros ni se somete a autocrítica carece de profundidad.

"El intelectual," afirmaba Ariadna, "es el encargado de nutrir con ideas la esfera pública. Es una función crítica, reflexiva, que, a un mismo tiempo, se dirige a sus pares, con quienes debate, y al resto de la sociedad, a la que busca transmitir su pensamiento."

Esta visión la convirtió en una figura polarizadora y admirada. Sus discursos no solo eran académicos, sino accesibles, una cualidad que le permitió conectar tanto con las elites intelectuales como con las masas. Cuando hablaba en la tierra, era capaz de silenciar a los representantes del Partido Verde y del Partido Rojo, no porque impusiera su voluntad, sino porque hacía que cada palabra resonara en lo más profundo de las personas, obligándolas a reflexionar.

Desde el incidente del asesinato en su infancia, Ariadna aprendió que el poder del intelecto no radica en saber todas las respuestas, sino en formular las preguntas correctas. "La verdad," decía, "no es un punto fijo, sino un horizonte al que debemos caminar, aunque nunca lo alcancemos."

En los debates políticos, Ariadna representaba una generación que rechazaba las narrativas absolutas de los Aresianos y los Martíes, así como las comodidades intelectuales de los terrícolas. Ella buscaba algo más: construir puentes entre Marte, Tierra y Areté, no para imponer un único sistema, sino para explorar juntos nuevas formas de coexistencia.

Este enfoque no sólo la convirtió en una líder intelectual, sino también en una inspiración para jóvenes y marginados que veían en ella la posibilidad de transformar sus diferencias en fortalezas. Su frase predilecta, "Yo no puedo cambiar el mundo, pero sí puedo cambiar el mundo que está a mi alrededor," se convirtió en un mantra colectivo para aquellos que buscaban hacer del caos una oportunidad para crear.


Ignacio Uriel Galetto Rodriguez

Si te gustó este post, considera invitarle un cafecito al escritor

Comprar un cafecito

Comentarios

No hay comentarios todavía, sé el primero!

Debes iniciar sesión para comentar

Iniciar sesión