Can we be friends?

Mensajes, despedidas, datos curiosos que caminan detrás de mis ojos, que bailan alrededor de mi mente reconociendote. Es complicado no saber quién eres, o pensar que todo lo que tienes es solo lo que es. Hubo veces en las que me arranque el sentimiento siguiendo una razón lógica, evitando pulsar letras en mi teclado y escribirlas en cartas que se han ido acumulando. Pero mírame aquí, solitaria, miedosa y con el alma en la cama. Esperando que algo pase, tengo la sensación que lo único que se me va es el tiempo y ni siquiera es nuestro.

¿Llegarías hoy o sigue siendo una ilusión? Tengo la ligera sensación que me he vuelto loca, pues tus recuerdos son más lúcidos y hasta duermo a tu lado. Pero al tocarte con timidez siento que algo no está del todo bien y reconozco que es solo la almohada. Y duermo una vez más, para no pensar en sí podemos ser...

Sí, soy impulsiva. Parte de ello es vivir con la pena de cargar un corazón sincero, pero una mente un tanto avergonzada; es por ello que me entierro en paredes que escuchan lo que quiero decir y libretas que saben lo que pienso. Ahora mismo escribo esto por si lo lees: sigo pensando en ti y no hay manera en que se borre algo tuyo dentro de mí.

Quiero seguir eligiendo esto, es una decisión más que propia. Pero no hay más, hoy llueve y truena como nunca en esta ciudad que no te gusta. Abrígate