camuflándonos

no me oculto ni me encierro,
el pesar me embarga en el destierro,
perdono rápido y no me transformo;
busco en tus palmas renacer
pero qué le voy a hacer
si llorar es nuestro primer instinto al nacer.

mirá que insistente yo no soy
pero quédate un rato más, ya me voy
juro que mi amor no es en vano,
me muero por fumar un abano al sur de tus pantalones acampanados.

el dolor es pasajero,
dale al placer asientos en primera clase
déjalo con agrado terminarse.

las palabras de mi boca arrebataste,
gracias a dios tu ausencia y el afán por tu presencia hoy me dieron nuevas para camuflarme.

¿recordás cómo te gustaba en el frío mi cardigan abotonarme?
¿recordás cuando mi piel era tu camuflaje?

ni modas, ni militares, ni tendencias,
tus abrigos de pieles,
manchados con el olor de aquellas mujeres,
llenos de experiencias y sin aprendizaje

los usabas durante el viaje, queriéndome traspasar a ese linaje
ese era tu lenguaje

y yo escuchándote,

vstiendo mi nuevo traje

esa era mi manera de amarte.