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Caminos opuestos

MaeSolug

Jul 2, 2024

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Caminos opuestos
Nuevo concurso literario en quaderno

Contra las luces de la calle, caminando por lados opuestos. La respiro, la siento en las manos como una mancha seca y caliente. Siento su calor, me alimento de él, y todos mis pequeños miedos se acumulan sobre nosotros como una manta para poder dormir. La siento en mí.

Me miento y me digo que la siento en mí. Acaricio a esta mentira en las mejillas, le cuento historias sobre mí que nunca sucedieron sobre aventuras extraordinarias donde aprendí a ser todo lo que le falta. Quiero que me diga lo mismo, que quiera mentirme.

Nos veo en el pasado, en las mismas peleas; nos veo solos estando juntos, incompletos.

Me aferro a ella como el invierno se aferra al sol, la asfixio entre mis abrazos paea poder sentir su calor.

Y sin embargo ahora puedo verla sin mí. Camina ligera en un mundo ajeno al mío en donde las palabras son felices y el cielo es azul. Es una paisaje en acuarela de tonos serenos constantemente en movimiento formando horizontes, risas, recuerdos, actos gentiles de hombres gentiles que la escuchan.

La veo jamás dar la vuelta y ver al atrás donde estoy yo, usando las cicatrices de peleas pasadas como un vestido de verano con estampados de flores.

Y el aire es cálido y constante, y el mar es ligerl y dulce, y todo alrededor de ella es la varante imprevistamente ideal de sus deseos.

Todo está bien y todo está mal, y quiero seguie viéndola aún cuando solo es una mancha imaginaria a la distancia.

Quiero despedirme de ella, tomarle la mano, las piernas y el corazón y tenerla guardada en un cajón como un rompecabezas que pueda armar cuando tenga dolor que compartir.

Y empiezo a caminar hacia ella a paso doble, gritando su nombre. Sé que me escucha, que me siente viéndola como quien siente un mal presagio, la promesa de un destino inevitable, un castigo hecho a su medida por dejarme.

No está, y todo lo que toco pierde color.

Dejo de caminar, dejo de respirar, me dejo caer en una fosa gris rodeada de sueños ajenos y la imagino imaginandome, viniendo hacía mí para darme todo lo que ella es.

Ella no vendrá, y, por primera vez, empiezo a sentir paz.

MaeSolug

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