Calma, calma... No hay tiempo que valga. Esto supera la perdición: es la herida que no cicatriza porque la considero un monumento a lo que mi cabeza le da atención. El atrapasueños funcionó a la perfección: atrapó todo lo que no eras tú. Lo que quedó, fue tu energía, que poco a poco me destruyó. Pensaba que, al despertar, encontraría paz, pero despertar es solo cambiar de sala en este hospital de recuerdos, donde tú eres la enfermedad. Son publicaciones constantes que son como golpes secos de un vicio que juré dejar, pero al que me rindo cada mañana por la abstinencia que no puedo superar; dejarlo de lado o dejarlo atrás es como jugar con una persona con trastorno mental.
Tengo tiempo tratando de alejarme, pero es como intentar escapar de mi propio sistema de recompensas, saboteado para necesitarte. Nuestras vidas no estaban conectadas; eran de una misma tela. Cortar contigo no fue separar dos piezas, fue deshilarme hasta quedar en hebras sueltas. Tendría que someterme a una lobotomía emocional para conseguir un poco de paz. Mudarme no serviría de nada; tendría que mudar de identidad, o cambiar de piel para dejar mi viejo yo y nunca más mirar atrás.
No "posiblemente no tenga la razón". Sé, con la certeza helada de quien ya no tiene nada que perder, que fue la decisión que me aniquiló. Ya no son tres noches, es la noche perpetua. No te miento cuando te digo que el "todo bien" es una mentira que la gente repite para no enloquecer. Yo vivo con el día y la noche. El día es la hora falsa que muestro a los demás, marcando los minutos que debo aparentar con normalidad. La noche es el tic tac que no avanza, clavado eternamente en el instante exacto en que me dejaste de amar.
Estoy solo, la verdad es que no sé.
Ella está sola, eso tampoco lo sé.
Y entre lo que fuimos
y lo que no será,
esta incertidumbre
nos unirá.
Dos fantasmas en la misma ciudad.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.

Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión