¿Cuántas veces me sustraigo al ejercicio del llanto?
¿Con cuánto clamor termino mí día al que le entrego el fagocitado temblor corporal?
¿Cuánto regalo mi vida al emporio de la turbulencia?
Sobre todo, ¿cuánto delego mis anestesias al canal de la frustración?
¿Con qué frecuencia siento mi cuerpo desesperado?
¿Con qué imaginarios ha claudicado mi sujeto petrificado?
¿Cuántas veces mi mente ha fantaseado con la instantaneidad de la muerte?
¿Cuánto miedo cabe en una porción de incomodidad y estrés?
Me pregunto: ¿está mal sentirse a gusto en la seguridad de la cotidianidad?
¿Cuánto duele duelar la insensatez de quedarme quieto?
¿Valió la pena haberme quedado?
Cuando este mundo se apague, ¿verán luces mis poemas?
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Elías Brizuela
Escritor, periodista y fotógrafo. 28. Me dedico a la comunicación pero escribo por la necesidad de mi alma por contar las otras historias, los otros sentimientos.
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