—"Mírame y dime cómo es que el amor, aquél que nace del alma y se refleja en las estrellas se ha fusionado con el fuego eterno de las rosas".
En aquel instante, pude ver la profundidad del amor en sus ojos, sintiendo aquellos pétalos de rosas dorados que caían del cielo e iluminaban la oscuridad de la noche. Él observó aquello con detenimiento, volvió su mirada a mí y sonrió dulcemente.
—Eres tú el fuego de rosas que ha eclipsado mi vida y la ha dotado de una fuerza infinita, amor mío. Mira como es que brillan las estrellas, mira cómo es que el aroma a rosas entrelaza nuestras manos. Mira, pero también siente, el poder de mi gran amor por tí en la inmensidad de los cielos, de los tiempos y de los lugares más remotos de este océano.
El atardecer dibujó en la arena nuestras pequeñas huellas y se presentó ante las estrellas, dejando al descubierto palabras de amor, hermosas y sinceras.
—¡Corazón mío! Mi amor ha brillado bajo el sol naciente y se ha unido a las plegarias de la luna, luna que hoy une eternamente nuestras vidas, dulce amor.
Y, en un leve sollozo mágico, una ráfaga de fuego dorado enalteció las rosas del jardín y los envolvió fuertemente, entregándoles un obsequio de amor de divinidad y eternidad de los cielos.
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Agus Chiera ✨🌹
Escritora del género romántico. Autora de "La sombra de Carolina" y de "Carolina. Sol ardiente del desierto". Amor por los relatos cortos de romance 😍❤️
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