Buscando soñar.

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((Susurro afilado entre dientes apretados. Irónico, amargo. Plegaria invertida, confesión sin culpa, exorcismo de pensamiento políticamente inconfesable)).

No matarás.

Ni caso.

Matamos el tiempo. Matamos lo que decidimos que es mala hierba. Matamos lo que comemos. Matamos a Judas año tras año. Matamos toros para divertirnos. Al galgo o al podenco que ya no matan como es debido. Matamos a alguien de aburrimiento.

Luego están quienes matan al prójimo. Machismo, accidentes, abuso, delincuencia común, poder absoluto.

Y Dios.

Así, no me extraña que yo a veces coja el sueño viéndome en un magnicidio.

Invento modos diversos de acabar con Putin, con Trump, Netanyahu; con esos a los que no conozco pero que son los más culpables de todo.

Aznar también en mi punto de mira. Y González.

Hay periodistas y tertulianos que son, de lo peor, muy culpables.

Abascal y Ayuso y otros tales y cuáles.

Es solo imaginación, y no hace daño a los trigos, pero para coger el sueño, me vale.

Es que contar ovejas es muy aburrido.