bueno, me voy yendo, se me hace tarde, y sé que apenas son las nueve y media de la mañana.
Dec 12, 2024
recuerdo con claridad la primera vez que estuve en este espacio, cómo lo miraba con la curiosidad fresca de quien aún no ha sido tocado por el desgaste del tiempo. ahora, todo se ve distinto, como si la casa misma hubiera envejecido en silencio, así que no intentes esconder lo evidente detrás de mi vista cansada; no es mi mala visión lo que distorsiona el paisaje, es que moviste las cosas, las desordenaste en un intento inútil por que el caos pareciera menos caótico.
desde este rincón, puedo ver cómo el tiempo parece haberse detenido, suspendido en su crueldad más fría. cada objeto se ha vuelto irrelevante, como si se hallara al borde mismo de su inutilidad, como si no tuviera ya ningún propósito en esta condena de existir.
la mesa, que antes era el espacio de nuestras conversaciones, y el umbral que cruzábamos, tan ajeno a lo que ahora somos, todo está marcado, indeleble, con la huella de la desvinculación de nuestros corazones.
podría decir que todo comenzó la semana pasada, cuando, en un arranque irracional de cólera, destrozaste mi taza de café favorita, dejando que se estrellara contra el suelo, como si el impacto pudiera resolver lo absurdo de nuestra disputa. mientras los fragmentos se dispersaban, una idea, en su ingenuidad, me asaltó: si de nimiedades íbamos a pelear, entonces te señalaría el grotesco desatino de tu afición al té, ese brebaje insípido que siempre elegías, con esa absurda predilección por el de naranja, un sabor que ni la fruta más fiel logra justificar.
mi mente, vagando entre las trivialidades, intentaba encontrar un atisbo de sentido en lo que ya era un campo de batallas de palabras vacías, donde ni las más profundas de las razones parecían importar.
al mismo tiempo, como si el tiempo se hubiera colado por las grietas, mi alma se veía atrapada en la tristeza justo cuando sentí que tu furia destrozaba mi corazón. y fue en ese preciso instante cuando mi mente recordó aquella carta que me escribiste, aquella en la que me decías que era digno de admiración, que me observarías mil veces escribir solo para ver mi concentración. y mientras la taza se estrellaba contra el suelo, esa carta — tan llena de promesas, tan rebosante de fervor — se deshacía en mi mente, como si ella misma no pudiera soportar la crueldad de nuestra tan patética presencia.
lo que en otro momento fue una caricia, ahora se ha tornado en una indiferencia fría y vacía, como si nunca hubiera existido. ya no sé si alguna vez realmente te toqué o si solo fue una ilusión construida bajo un efecto placebo que construí en la necesidad de sentirme cercano a ti.
y tú, que conocías cada curva, cada rincón, cada lugar que mi cuerpo ocultaba, ahora parece que tus sentidos se han vuelto ciegos ante mí. lo que alguna vez fue una geografía familiar se ha vuelto terreno baldío, y tus dedos, que antes trazaban rutas sobre mi piel, ahora sólo siguen caminos que ya no son los míos. tus movimientos, tan naturales, se han transformado en extraños ritmos que no consigo reconocer.
¿en qué otros idiomas estás tocándome?
te has refugiado en otros cuerpos, y el mío ha dejado de ser un refugio, una morada, para convertirse en un objeto desechado, demasiado desdichado para conmoverte.
ya no sé si vivo aquí o si aún sigo buscando un lugar que me reciba en esta casa. casa, cuyas paredes me han dejado de pertenecer, cuyas esquinas ya no me cuentan las historias de nuestros primeros días. el aire ya no sabe de mi presencia. y mientras te vas adaptando a otros espacios, a otras manos, me pierdo en esta geografía de ausencias y de lenguas que ya no sé reconocer, cuyas raíces se han entretejido en tu voz, pronunciando sonidos que jamás fueron míos, como si hablaras desde un pasado que no me pertenece, como si mi presencia hubiera sido sustituida por las enseñanzas de otros, cuyas lenguas ajenas se han colado en cada rincón de tu ser, como si nuevos ancestros te hubiesen enseñado a vivir peregrinando otros corazones.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión