Ave de nido que lloras sin tronar,
ave de nido que clamas sin cesar,
pequeña y dulce, entibias mi querer;
si no estás conmigo, lloro sin saber.
Y claro que siento frío,
¿no oyes mis reclamos?
Estar lejos de ti
es vivir sin alma, es andar sin pasos.
Es la ley de la vida,
la que grita y aclama:
cuanto más lejos estoy,
más mi sangre arde en llamas.
Pero el camino es así:
piedras de dolor y dicha,
apiladas en un jardín
del que pronto tú serás brisa.
No importa la distancia o el día,
en mí sigues creciendo callada,
como el sol en la flor que dormía,
como el alma en la mirada.

Alexander Verano
Aquí comparto mis versos como quien deja cartas sin remitente: esperando tocar el alma de quien los lea, o simplemente, escuchar el eco de mis propios sentimientos.
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