"Bienvenidos a la Logia".
Así te recibe un evento secreto, aunque no tan secreto, promovido en internet y realizado en la trastienda de una pizzería en Las Cañitas, detrás de avatares y suscripciones pagas en la red social X, antiguamente Twitter. Se congrega una fauna digital que, lejos de ser la élite intelectual que aparentan en sus cuentas, se revela como un grupo de hombres anónimos, agotados por el peso de su propia insignificancia fuera del mundo virtual. Pagan para tener relevancia, aunque esa insignia azul de $40 dólares al año apenas puede contrarrestar su invisibilidad en la vida real.
Entre los presentes se destacan los humanos de carne y hueso detras de cuentas como Juan Doe y El Trumpista, todos reunidos bajo la batuta de Flor Crestamel, la organizadora del evento. Son más de 60 personas, pero de ellas, apenas cinco mujeres. Aquí, la dismorfia corporal es la norma. Las mujeres que lideran el espacio no son las mismas que aparecen perfectas y retocadas en sus perfiles.
Entre los hombres, se autodenominan "gordos" o "rancios", tipos que viven conectados a redes como 4chan, Reddit, y Discord, donde el contacto físico y la socialización en persona es casi inexistente. No hay carisma en ellos, solo la desesperación de quienes no saben cómo interactuar con el sexo opuesto.
En las mesas redondas del evento, los "alfas" hablan y los "betas" solo asienten y replican en redes, atemorizados de ser reprendidos. Mientras tanto, las mujeres del grupo aprovechan esa debilidad, algunas vendiendo contenido erótico que promocionan en sus redes, recibiendo halagos y donaciones que se convierten en su principal fuente de ingresos. Aquí, la seducción es el verdadero capital.
Parque Lezama: Un reflejo de la decadencia
Un año después del cierre de campaña de Javier Milei, Parque Lezama es el escenario de una nueva convocatoria del Partido La Libertad Avanza. Esta vez, la multitud es más variada. Ancianos, barras de Chacarita, y guardaespaldas del Justicialismo se mezclan entre las 7 mil personas que acudieron al llamado. Los carteristas también hacen su jugada, robando celulares y billeteras con la misma facilidad con la que los políticos roban sueños.
La "patota digital" también esta en Lezama. Juan Doe y El Trumpista se pasean entre la multitud, escoltados por seguridad privada, siempre atentos a quienes se acercan. Tambien se ve a los influencers libertarios fran fijap y marco palazzo quien a regañadientes acepta las fotos que le piden sus seguidores. Las madres e hijas comparten no solo los rasgos de familia, sino peinados y vestimenta, en una repetición grotesca de un pasado que no aprendió nada.
Al final, todo se reduce a lo mismo: la ilusión de poder en las redes, la miseria de una vida sin brillo, y la desesperanza de saber que, fuera del teclado, no somos más que sombras.
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