Bien ¿Y usted?

No le contestaré, me dedicaré a describirle lo que veo en usted: No encuentra palabras. Sólo camina por inercia en este mundo que no frena a su par. Es casi imposible no derramar la sensibilidad al viento y la dificultad aumenta si incluso hace frío. Los colores siguen siendo grises querido caminante. El camino parece guardar sus obstáculos en las zonas ciegas de su recorrido. No pierda de vista la importancia de su pasar por el camino. Usted allí reaprenderá a sortear las piedras que aparecen en ese sendero gris. Entienda caballero, que el suceso es más que desafortunado, pero usted sigue aquí. Lamente todo lo necesario, y hágalo por el tiempo que precise, pero no pierda de vista al mundo que como ya le dije sigue girando aunque usted quede quieto.

Contemple su presencia y creame que lo entiendo: Luego de tantos años el silencio comienza a ser peligroso. Si claro, ser solo le da miedo, prácticamente olvidó todo. Disfrutó tanto que teme no olvidar nunca sus esos tres veranos. Pero déjeme decirle que nunca dejará de estar en usted esa esencia. Ni siquiera quemando la memoria podrá dejar de rememorar y añorar el calor que lo acompaño a lo largo de éste camino que hoy lo encuentra aquí: incoloro.

Deje invadir su cuerpo de incertidumbre, porque usted sabe que en ella podrá salir victorioso. Permita que la oscuridad entre a su retina para que la misma pueda encontrar la luz. No le prohiba a la lluvia la oportunidad de empaparlo. Comprenda que todo lo que logró será su equipaje y de él podrá tomar lo que necesite, por el tiempo que usted decida. Revise sus formas, porque debe hacerlo. No logrará cambiar, pero si podrá aprender y mejorará su persona. Si tiene que luchar, hágalo. Pero no olvide que siempre se avanza caminando hacia adelante.