Besame lento

Bésame, bésame tan lento que el tiempo nos pida perdón por desvanecerse con el viento. Tómame suavemente, con tanta prudencia que sientas miedo de mi frágil piel entre las yemas de tus dedos. Necesito estar contigo; quisiera amanecer contigo, besar tus labios como un rezo a la vida, como un camino hacia mi descanso eterno.

No entiendes que deseo rozar mis manos con las tuyas al ver cómo el sol nos acaricia nuevamente. Sentir en mi piel la seda fina que apenas nos separa.

Escuchar tu voz acompañada por el murmullo de las olas del mar. Ver tus ojos encontrarse con los míos una vez más, como siempre lo han hecho en todas las historias en las que te he encontrado.

Quiero besar tus labios hasta tocar el cielo, ese cielo que habita en cada amanecer, donde las melodías son suaves y agudas, donde no existe la perfección, donde solo hay una luna que nos acompaña cada vez que te veo.