Las plumas vuelan en el aire perdido
se escucha la fatiga de un suave corazón
astillado entre la luz azul
y el humo del tabaco disipado.
Respiramos el jadeante fulgor
y alzamos la mano pidiendo un tiempo más.
El mañana
es cosa del pasado
el mañana es un fantasma alimentado a base de rostros entristecidos,
quebrados
se formará un coágulo entre la bronca y el alcohol
y, si las condiciones son propicias, alguien animará a preguntar
¿Qué estamos haciendo con nuestro tiempo?
Subastándolo.
Lamento
no encontrar respuestas
en un valle sin fin
de impresiones con tinta desteñida y pechos agudos temblorosos por el frío
Y nosotros nos juntamos cintura a cintura
sintiendo nuestro aliento ácido sin ropa
tus ojos se alimentan de un tenaz rojo como el rubí
se clavan sobre los míos
dejando que nuestra ley sea el “Sí”
La síntesis, deja una silueta desprolija como sinuosas serpientes embravecidas
buscando el sol.
Alimento
alimento al fantasma con la queja diaria
de sueños y cielos que no consigo
vivo culpando a la malaria
pero nunca a mí, porque no los persigo
Tu bofetada vuela firme y enrojece mi mejilla
yo lloro, mientras afuera
solo hay un cartón, diarios de sábana y rezos por la mañana
Mano extendida ignorada por una ciudad que ya no brilla
Mentes devoradas por un líder de cuero muerto
pancartas creyendo en los cerdos del poder
Reclamos a teléfonos desconectados, vagones solitarios,
puñaladas en el pavimento por un penoso salario, cañón cargado
¿Qué están haciendo con el país?
Misma respuesta.
Lamento
no haber sido suficiente
no haber escuchado
no haber hecho un más feliz infierno
pero más lamento
no ser.
Porque la luna muere en el vino estancado y eso significa que el acto llega a su fin
y el haz de luz, fuerte en el refractor, arde en mis retinas
el teatro aplaude y olvidás tu sonrisa mientras bajan el telón,
la producción apresura a juntar la utilería, te desvestís de tu disfraz resoplando otra obra que terminó.
Reparás en mi ojo ausente
“¿Estás bien?”
Y temo yo que
estoy viendo más
de este personaje en mí
Lamento...
lamento que no podré,
no podré decirte
que cuanto más te amo
más me odio.
Y el público aplaude.

Juan Cruz Arias Pereyra
Psiconauta del Inconsciente. Aficionado al buen y mal comer. Mono Sabio. Gallina. Hola.
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