Te extraño
más de lo que no me permitís decirte.
Me encuentro dividida constantemente
entre la dualidad de la angustia
y la paz que me proporciona saber que no podemos herirnos más.
Ya no soy tuya ni vos sos mía para cuidar,
ahora me fuerzo a vivir en un mundo que no conoce tu mirada,
que no entiende tu risa por incoherencias
ni sabrá nunca lo inteligente que podes ser.
No importa cuántas autopsias le haga a tu recuerdo,
no encuentro en él razones para olvidarte,
aunque quiera porque así dolería menos
saber que existís y no vas a volver a abrazarme nunca.
Vos ya me soltaste de golpe y sin dudas,
me dejaste con la mano extendida,
anhelando el roce de tus dedos contra los míos,
y es hora de irme también,
porque hace tiempo nos quedamos sin hogar al cual volver.
Pero antes de irme
quiero hacerte saber que amo cada parte de vos,
que estuve buscándote defectos para dejar de hacerlo
e incluso a ellos les tengo un cariño grandísimo,
que si no volvemos a coincidir fue un honor haber compartido tanto con vos
y que no voy a olvidarte,
solo voy a dejar de hacerle autopsias a tu recuerdo.

Florencia Velázquez
Escribo como evidencia de que aún estoy viva. El libro está en proceso, lo actualizo cada vez que me inspiro.
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