En el libro Muchas vidas, muchos maestros, la paciente descubre que muchos de sus traumas son consecuencias de situaciones que vivió en otras vidas.
Yo no me sometí a ninguna hipnosis ni nada por el estilo, pero sí creo que cuando mi cuerpo se alerta por una situación que me genera ansiedad, vienen recuerdos de situaciones que viví en esta vida, pero que yo misma expulsé de mi vida actual, fingiendo que paso en otro momento, en otro plano, o a otra persona ajena a mí.
Entonces, pareciera que cuando mis manos hormiguean y mi respiración se entrecorta, me someto a una hipnosis espontánea.
Digo espontánea porque aparece en cualquier momento. Por ejemplo, cuando vi a esos hombres con mucho olor a alcohol en la parada del colectivo. Por un instante, mi mente se nubló y me fui de ese presente para ir a la vida de una niña de 8/9 años que vivió en el medio de gente que tomaba hasta perder la consciencia o, en el peor de los casos, hasta volverse violentos.
Odio el olor a alcohol nauseabundo.
Me inquietan las personas que están bajo esas sustancias.
Qué peligro tener la capacidad de someterme a una autohipnosis.
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Comprar un cafecitoIvana Franco
Si paso por acá es para declarar mis eternas bitácoras: de mi mente, mi rutina, mi vida. Dejar un… ¿Registro? Veremos qué sale.
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