Tu ausencia no fue culpa tuya.
Tu ausencia no me duele.
Tu ausencia fue por cargar el peso de una familia.
Tu ausencia fue la razón de mi soledad.
Tu ausencia está justificada.
Tu ausencia me mata.
Fuera tu culpa, mi culpa ya da igual.
La soledad me gusta más que tu compañía.
Tu ausencia tal vez fue mi culpa, al tenerme a tal edad.
Tu ausencia tal vez sí me duela.
Tu ausencia fue por cargar con la familia luego de mi nacimiento, tal vez.
Tu ausencia tal vez no se justifica.
Tu ausencia me mortifica.
Fuera mi culpa o tu culpa.
Esta vez sí me agrada más mi soledad que tu compañía.
Tal vez me incomode estar a tu lado.
Tal vez tu ausencia no fue culpa de ninguno, sino de la vida.
Tal vez tu ausencia sí fue por cargar con la familia luego de mi nacimiento.
Tal vez tu ausencia se entiende, pero no se justifica.
Tal vez tu ausencia me mata, pero lo que has hecho y haces por mí y mi familia me mantiene con vida.
Tal vez no sea culpa de nadie.
Tal vez mi soledad me gusta desde aquel incidente en Navidad de ese año.
Tal vez tu presencia me incomoda, no por gusto ni repudio, sino por un abrir de ojos.
Tal vez me veías como una niña inmadura por tu poca presencia en mi vida.
Tal vez, solo tal vez, no quiero aceptar que sigo molesta por tal octubre.
Tal vez, solo tal vez, voy a aceptar que no sé perdonar ni dejar ir.
Tal vez, solo tal vez.
Tu ausencia no fue culpa tuya.
Tu ausencia fue culpa mía.
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