Ausencia

He tratado de negociar con tu indiferencia, donde tus palabras guardan silencios que no puedo entender

He caminado a tu lado sin sentir tu presencia, donde tus pasos te alejan de mí a más no poder

Te he obsequiado luz en tus días obscuros, y aún así nunca te pude observar

Nunca sentí tu mano en mi corazón, o al menos en donde este solía estar

Pues te has robado la calma de una vida que no era tuya, te has llevado paz y sueños sin cumplir

Has reabierto heridas viejas, dejando muchas dudas, más dudas de las que respondiste cuando estabas aquí

Mil silencios muertos más ruidosos que tú adiós, más cansados que mis ojos, más fríos que tu voz

Desapareciste aún cuando te encontrabas aislado en tu propia imaginación, bailando tus locuras, donde no estaba yo

Olvidando nuestros relatos, olvidando nuestro amor, o al menos el que yo tenía porque el tuyo no existió

Dime, ¿echas de menos mis risas? ¿Echas de menos mi olor? ¿Quedan al menos cenizas de lo que tu fuego quemó?

El viento llora agitado, las nubes imploran piedad. El cielo reclama tristeza de lo que un día nació en mi verdad.

Que te quise indudablemente a ciegas, te seguí por mi voluntad, no noté que a paso veloz te marchabas, dejándome en medio del mar.

Sin saber ubicarte, sin volverte a encontrar, aún sostenías mi mano, y no me dejaste nadar.

Sentir que la presión aumenta, cuando no reconoces quién soy. Cuando no te muevo nada por dentro, cuando no lloras si me voy

Que no te pesa mi ausencia, y mis lágrimas no dicen más, que mis penas te dan pereza, que ya no tienes la voluntad

Que ya te sobran noches para contar vidas, y conocerlas en tu colchón, que ya te alivian palabras vacías que vienen de otro corazón

Que mis lamentos nunca lograron tocarte, y mis suspiros no llegaron a ti, se quedaron podridos y tristes escupiendo veneno, escupiéndome a mí

Y mis entrañas aún saben tu nombre, y mis recuerdos aún hablan de ti, mis pesadillas donde apareces de noche, muy tarde cuando no puedo dormir...