aún no te conozco

acostado siempre tengo el reflejo de moverme hacia atrás para sentir tu respirar a mi lado, desayunando siempre tengo el reflejo de acariciarte con mis pies. siempre, siempre, siempre en la busqueda de tu ser. sin cansancio tengo este reflejo de hallarte incluso cuando solo abunda tu sonrisa a través del parlante, cuando solo esta tu silueta danzante sobre la pantalla. y en esos <siempre>, que son más constantes cuando me falta la piel, me besa la nostalgia y el anhelo de revivir tu toque, tu sonrisa, tu caricia y la respiración compaginada que decora mis suspiros. quizás me derrito y divago por esos contundentes momentos porque en la vida se realzaron los colores que solo existen en la mezcolanza de nuestros propios cuerpos; porque la suavidad por la que con frecuencia estiraba mis brazos, debido a ti, estaba al alcance de mis simples labios.

siempre, siempre, siempre tengo este sólido y puro reflejo de encontrarte, incluso cuando ya te hallé,

para sorprenderme con todo lo que conozco de cabeza a pies, otra vez.

y sin embargo, todo este reflejo nace del anhelo de encontrarte por primera vez, para saber si al amarte, también me reconozco.

y lo más sincero de este reflejo es que no sé quién eres, pero sé que cuando te encuentre, voy a enamorarme.

con un beso y mucho amor a mi futuro compañero de vida, te despide Isidore.