Cada mañana se iluminaba su mirada,mirando lo azul y hondo del mar.A pesar de esto, nunca se atrevió a bucear en el fondo,dónde la cura a su eterno dolor ahí se encontraba.El miedo fue su mejor amigo,su cobardía, la mejor consejera.El tiempo paso y en un último suspiro,entendio que podía recuperar todo,menos lo no vivido.Pero para ese momento,el mar que tanto había amado,ya se había convertido en un seco y pequeño lago.

Un poco de arte, un poco de persona y un poco de todo.

Julian. F

Les puedo contar las veces que las cosas me salieron mal porque lamentablemente no puedo hablar de lo que en mi vida no deje que pasara. 
No dejen nunca que sus miedos vayan en contra de sus grandes anhelos y deseos.

Atrevernos