atascado en el tren

estoy cansado hoy no hay poemas es todo prosa un poco rabiosa que tengo guardada para cuando no aguanto más, estoy cansado de que todos tengan soluciones, todos tengan opiniónes. mí vida siguió, voy al gimnasio, voy al psicólogo, salgo con mis amigos, paso tiempo con mí familia, escribo, compongo, creo, hago todo lo que puedo hacer pero nada reemplaza su ausencia, todo se siente tan vacío porque es mentira que la vida sigue, solamente seguimos existiendo pero vivir, para mí no es vivir esto. no puedo cambiar esta manera de pensar, por más que esa persona nunca vuelva, por más de que me quedé solo por siempre no quiero seguir adelante sin este amor, no quiero que desaparezca lo único real que tuve, yo se que ella no miente y que el tiempo es tiempo y de que su amor es verdaderamente amor.

no me importa si al final es una apuesta que sale mal, solamente quiero darle mí vida aunque no la quiera, quiero que sepa que aunque no me vea la voy a seguir amando. aunque haga su vida, aunque no la vea en las mañanas. espero encontrarla algún día porque esa fue nuestra promesa. me tome el tiempo que me tome.

algunos días flaqueo víctima de sus indirectas bastante directas, por eso se que está enojada, se cuándo me extraña, cuando me sueña, cuando me espía. esas cosas pequeñas me dan fuerzas para no dejarme caer, tanto tiempo, tantos años tarde en conocer al amor de mí vida, 24 años, que son unos meses o años comparados con tal espera, no sé porque pero tal vez sea lo que me inculcó mí madre pero cuando lo sabes lo sabes y yo se que ella lo sabe.

yo se bien qué quiere decirme algo pero no quiere romper esa fría distancia pero se que si espero, más bien no sé, solamente apuesto, a qué si verdaderamente la espero, servirá de algo. porque me acuerdo lo que hablamos y esos besos por Banfield, eso me dio toda la fuerza que me queda.

esperaré paciente, tirando piedras trasparentes a ese lago, esperando a un lirio deshojado, que llevo hoy a la derecha de mí corazón, al lado del cuarzo. 

la espero siempre, la espero todos los 22, la espero en mí cumpleaños y en el suyo, en la primavera y en el verano, en el calor de sus besos y en el frío de mis manos. 

porque no lo sé.

pero imagino qué, el verdadero amor espera.