Artesanos de Agua
Jun 22, 2024
El mundo, un enramañado de hilos telefericos como largos laberintos
colonizan mi mente y la separan de mi humano cuerpo
Pintando destellos mentirosos en lo que me ojos cansados ven.
Trazo los primeros esbozos, hablan de tiempos de caos y desconexión, desarraigos y mentiras fortuitas; de poder y empoderados; si bien las palabras me incomodan, los dibujos por su parte hablan de lo orgánico, lo innato, los procesos sistémicos del ser y del espacio, líneas que toman la forma de los vientos y las alturas de los mares, sigue ondulante hacia el fondo y dibuja imaginarios colectivos, donde nuestra fuerza mayor se desprende de su línea de horizonte, y crea techos que abrigan y protegen.
El tiempo del que habla la naturaleza, redunda en las mil y un historias que hablan de capas y fusiones.
En las mil y un historias de aquellos pliegues profundos en nuestra tierra, que en cada verso narra una era geológica,
y cuanto más profundo vamos, más lejano en el tiempo podemos viajar.
Aquellas rocas que te cuentan que lentamente las energías acumuladas, son maestras de la escultura.
El suelo que lleva impresas las huellas del tiempo, una dadiva de creación de vida.
El horizonte se expande y se vuelve atemporal, rompe las barreras del espacio - tiempo y se cuestiona los alcances de lo real.
Pero, que pasa si una parte del todo se autopercibe el todo y se desconecta del todo que lo contiene?
El sistema queda obsoleto, se rompe.
Como la rama que se quiebra, o la flor que marchita, este todo se empodera y desprende, es el epicentro de su propia existencia. Y esta, determinada por la inmediatez, corrompe su ritmo natural, limitandose a los tiempos de una sola especie, en los cuales, el tiempo no tiene tiempo , las relaciones son abstractas y la indiferencia levanta su propia bandera.
Sin embargo, en el rincón silencioso de la creación, habita una especie que escucha el susurro de los árboles y los secretos de la tierra. Sus manos trazan croquis que nacen de la observación exhaustiva y de la misma paciencia de los árboles. No prometen la revalorización de la naturaleza como un eslogan vacío. Más bien, trabajan en la sombras.
Y aquellos destellos mentirosos, que tras bambalinas ahogan los susurros de resistencia, no pueden apagar la llama de su determinación. Estos artesanos valientes, siguen creando, con cada trazo, cada piedra, cada hoja en blanco, una declaracion de amor a la tierra que esconde su voz bajo el cemento de la sociedad moderna.
Si prestás atencion, son raices firmes en la tierra.
Artesana del Espacio
Sirena de los oceanos pacificos. El arte sana y el expacio es vida. Arquitecta de la FAU UNLP, Joven en movimiento. Rapa Nui.
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