Argentina: Líder regional y entre los 10 países del mundo en desarrollo de biotecnología y nanotecnología.

Argentina se destaca en el mapa global como un centro de innovación en biotecnología y nanotecnología, con un enfoque particular en la salud humana, energía, y recursos naturales. Según el Primer Censo Biotecnológico y Nanotecnológico realizado en colaboración con varias instituciones clave, incluyendo la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación, y la Universidad Nacional de San Martín, el país alberga 381 empresas especializadas en estos campos.

El censo ha revelado que más del 43% de estas compañías son startups con menos de siete años de antigüedad, destacando un vibrante ecosistema emprendedor que se ve apoyado por vehículos de inversión como venture capitals y company builders. Este dinamismo es parte de una estrategia más amplia para posicionar a Argentina no solo como líder en América Latina sino también como un competidor formidable a nivel mundial.

Los principales polos tecnológicos se encuentran en Buenos Aires, CABA, Córdoba y Santa Fe. Estas provincias representan el núcleo de la actividad biotecnológica y nanotecnológica en el país, gracias a su avanzada infraestructura y el acceso a instituciones académicas y de investigación de alto calibre. Buenos Aires, por ejemplo, alberga el 28% de todas las empresas biotecnológicas del país, lo que refleja su posición líder.

El impacto de estas industrias en la economía argentina es notable. En 2022, las empresas de biotecnología generaron ventas por 1.323 millones de dólares, exportaron productos por 216 millones de dólares, y emplearon a casi 20.000 personas, con una inversión de 91,4 millones de dólares en innovación. Las firmas nanotecnológicas, aunque más pequeñas en número, también contribuyen significativamente con facturaciones que alcanzan los 88 millones de dólares y exportaciones por cerca de 5 millones de dólares.

Sin embargo, a pesar de estos avances, el sector enfrenta desafíos significativos, especialmente en lo que respecta a la macroeconomía y el acceso a insumos críticos. El 85% de las empresas reportó dificultades relacionadas con el contexto económico y las barreras para acceder a insumos importados. Además, la financiación de la innovación y las infraestructuras adecuadas para la investigación y desarrollo siguen siendo obstáculos importantes.

En conclusión, la biotecnología y nanotecnología en Argentina son claros ejemplos de cómo la ciencia avanzada puede impulsar no solo el crecimiento económico sino también soluciones a desafíos globales en salud y sostenibilidad. Con un apoyo continuo, Argentina no solo mantendrá su liderazgo regional sino que también podrá incrementar su presencia en el escenario mundial de la innovación tecnológica.