Ardiendo

Voy a atarte a la cama, baby
no te gustan las chicas buenas ni la tiernas
por eso me seguiste hasta acá.

Podría dejarlo en tus manos pero lo mío es tenerlo todo bajo mí control,
poseerte.
Desnudarte sin pausas pero suave,
con las yemas de los dedos recorriendo de a poquito
cada centímetro de tu piel ardiendo.

Pongo las luces rojas, cielo,
¿Vamos al infierno?
Me enredo en tus piernas como si tuviera un aguijón,
estás atrapado, tal como querés.
Podría ponerme en cursi y decirte que te quiero,
que te deseo.
¿Hasta donde vamos a llegar?
Empiezo agradeciendo tu existencia y termino a tus pies.

Se que nunca te quisieron como yo,
es tu primera vez sintiendo amor,
sintiéndome en tus oídos,
sintiendo mis dientes,
las uñas que rasgan tu espalda blanda.
Mí piel suave y gentil esperándote
los incontables dedos que nos envuelven.

Mis ojos
de gata,
frente a los tuyos
infinitos,
los nuestros
pasionales.

Si me pedís un rato mas yo te lo doy porque el tiempo es oro
y tu lengua un caramelo que se deshace
entre mí aliento hirviendo y mis gemidos que te piden....

Amor, estás entre mis brazos,
se que no vas a querer escapar.
Cuando las paredes se derritan vas a celebrar
que no haya vuelta atrás
en esta espiral que se prende fuego
y se consume en el perfume que dejas.