Arder en Llamas

Arder en llamas

El calor se impregna en mi piel.

Ya no puedo sentir el dolor

cuando escribo desde la razón.

Mi corazón se estruja de miedo,

la incertidumbre que nace del cielo.

Maldita es la melancolía

que florece de las memorias

que una vez creí olvidar.

Mi cuerpo se siente pesado.

Ni el hambre ni las ganas

superan este tormento

que solo arde en llamas.

De lunes a viernes, me pongo a contar.

De sabados a domingos, comienzo a llorar.

A veces olvido respirar,

pero mis pulmones están bien.

No hay nada insano en mí,

¿Cuando será que lo entenderé?

Medicamentos por doquier,

pero es lo que me hace bien.

Espinas clavadas en mi voz,

Rotas y cortadas por mi ser.

Sombra mía, mi querida y bella amiga,

quédate a mi lado, eres mi única compañía.

Los números me hablan,

señales que a veces no entiendo.

Las cartas solo me guían

cuando no sé por donde ir.

Mi mente calla cuando escribo,

aunque solo por un segundo.

Me da miedo el mundo exterior,

Tiemblo cada vez que voy.

Deseo perder este miedo que llevo

y así poder ver mejor

el mundo en el que estoy.

Que mi voz resuene hoy.