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    aprendiendo con inocencia interrumpida

    May 8, 2024

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    aprendiendo con inocencia interrumpida
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    Susanna Kaysen fue diagnosticada en 1967 y hospitalizada en McLean, un asilo de salud mental ubicado en Massachusetts, Estados Unidos. Por allí, como explica Susanna, pasaron artistas y poetas que combatieron con grandes depresiones, melancolía e insanidad, personajes con los cuales uno puede identificarse fácilmente dentro de la vulnerabilidad que representa estar albergado en un asilo, sobre todo teniendo en cuenta la época prolífica de diagnósticos psiquiátricos y el contexto en el que Susanna se encuentra. Ya de por sí, una internación conlleva cierta vulnerabilidad y un aislamiento del mundo en el cual la persona que recurrió allí (o fue mandada, como solía pasar en esos años) es recluida de la realidad que no puede soportar, o de la realidad que no soporta la ineficacia del ser humano.

    Tanto en la película de 1999 como en el relato autobiográfico que nos ofrece la protagonista de esta historia, hay un apartado en donde es explícito el diagnóstico que ella recibe: Trastorno Límite de la Personalidad. Pero esta rubrica era comúnmente llamada Borderline (Borderline Personality Disorder) y así figuraba en el DSM, el manual de criterios diagnóstico más relevante y empleado. De allí. Susanna saca la información necesaria para entender qué le pasa, más allá de recibirlo. Esto es importante: a la hora de tener un diagnóstico no nos convertimos en ello, sino que es algo con lo que convivimos. En este punto, Susanna se enfocó en el momento de contar su historia, tratando de encajar y configurar cada uno de los criterios que hacen de este Trastorno.

    Entonces, ¿En qué consiste el Trastorno límite de la personalidad?

    Hablamos de un desorden de la personalidad, hay algo en lo que nos hace característicos que está desregulado. En este caso, existe un patrón de inestabilidad, particularmente en la auto-imagen, las relaciones interpersonales los estados de ánimo. Además, el DSM V (su última edición), indica que los comienzos de este trastorno pueden rastrearse en la adultez temprana, y que este cuadro se presenta en una amplia variedad de contextos.

    El síntoma más característico es el de vacío y el de aburrimiento crónico, que es usualmente tan intenso que lleva al sujeto a presentar ideas de sobreidealización y autodevaluación con respecto a cómo la persona se relaciona con los otros.

    Con frecuencia, resulta intolerable estar solo o sola y la persona tiende a esforzarse frenéticamente para evitar estarlo, ya que este pensamiento conlleva a evitar el abandono real o incluso la misma idea de ser abandonado ya resulta perturbadora.

    También existe una inestabilidad en lo afectivo, presentándose desde conductas depresivas extremas hasta irritabilidad y ansiedad, así como encontramos episodios disociativos.

    Veinticinco años después, Susanna se tomó el tiempo de leer todos estos criterios con el fin de comprender por qué fue deliberadamente encerrada, y por qué era tan normal el sentir tanto. Reconoce, además, los actos impulsivos de autoagresión que presentó durante su adolescencia. Recuerda que tenía momentos en donde simplemente se lastimaba una de sus muñecas golpeándose con una silla. Lo hacía como algo normal, como hacer la tarea.

    Decía: “Parte de ello es que nadie sabía sobre mi sufrimiento. Si la gente se enteraba y lo admiraba—o repugnaba—algo importante se hubiese perdido”

    Bibliografía

    Kaysen, S. Girl, Interrupted (1993)

    Girl, Interrupted (1999) dir. James Mangold.

    Asociación Americana de Psiquiatría, Guía de consulta de los criterios diagnósticos del DSM 5 (2013) Arlington, VA.

    Hemmings, J., Collin, C., Lazyan, M., Ginsburg Ganz, J., Black, A. How Psychology works (2018). Dorling Kindersley Ltd, Penguin Random House.

    giuliana romero silva

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