Apartaderos.

...

Educación.

Alguien decidió que hoy es su día.

Pues bien.

Mi opinión, ya expuesta en otras ocasiones, es:

Hay unos cimientos de barro.

En la educación hay que enseñar a pensar, a usar la poderosa herramienta que es el cerebro.

En vez de tratar a los niños y jóvenes como a una borregada, hay que contemplar el potencial individual y abandonar la idea de que todos hemos de aprender lo mismo y al mismo ritmo.

Creo necesario abrir el espacio educativo a la creatividad, a la colaboración, al arte, a la iniciativa personal, al propio espacio, al particular ritmo.

Mentes analíticas y no cachivaches memorizantes, es lo que necesita el mundo.

Aprender respeto a la diversidad, solidaridad con el prójimo, empatía y búsqueda de la felicidad común.

Hay que cambiar el enfoque sobre la educación.

Los conocimientos son necesarios para afrontar la vida, pero saber vivir es necesario para aprovechar al máximo los conocimientos.

Será bueno saberse y conocer las propias habilidades e inercias innatas antes de decantarse por el latín o las matemáticas.

Ser persona antes que filólogo, digo.

Conocer la Carta de los Derechos Humanos, antes que las ecuaciones de segundo grado.

Sería maravilloso hacer de las escuelas lugares a los que apetezca ir.

Conseguir que aprender resulte placentero y no una cruz, ha de ser un objetivo básico para el bienestar de la Humanidad.

Demasiadas madrugadas, demasiadas exigencias absurdas, demasiadas horas de obligado empeño, suman las de las clases y las de casa. Es excesivo todo para el torpe resultado ( quizás al dicho exceso mucho de lo malo se deba). Así no hay quien con gusto quiera.

No sé cuánto de error inocente hay ni cuanto de premeditación en el Sistema, pero urge un cambio total de esquemas.

No es hoy peor la juventud que cuando yo era de esa tribu, ni era peor cuando yo lo fui que cuando lo fue Sócrates, es solo que podría ser mucho mejor hoy y mucho mejor mañana si se hiciera bien para que lo fuera.

Hoy, más parecen los colegios e institutos, apartaderos para el control y sujeción de plagas, que templos de la cultura, del saber ser y del generar interés por el conocimiento y el progreso de una humanidad en paz y armonía.

En fin, lo medite quien quiera.