Camina en las veredas de la fria soledad,
Tan vacía tan tímida con temor al mundo,
Siendo señalada sin ninguna razón,
Y alejándola de la hipócrita sociedad.
Debe de ser un delito detonar la tristeza,
Debe de ser un delito destruir la felicidad ajena, que deje de funcionar aquella alma deslumbrante por culpa de una infeliz nube negra.
No se percata de lo impresionante que es,
Que el problema son los celos de las criaturas,
Porque ver algo diferente les da miedo,
Porque ver la felicidad les aterra.
Es un pecado quitar los antojos de seguir todos los dias,
a alguien que no perjudica lo bueno de los demas,
La odisea interna es un monstruo tan grande,
No sabes el desastre interno que se puede crear.
Nunca llegarán a poderla comprender,
Porque los seres sin luz señalan lo brillante,
Para quererlo deborar hasta poderlo apagar,
Porque lo perfecto será siempre incomprendido.
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