El capitalismo es fascista.
El capitalismo es racista.
El capitalismo saquea la vida como si le perteneciera
de mujeres, de diversidades transgenéricas, de niñxs, de personas racializadas y empobrecidas.
Todos los territorios son posible tierra de explotación, continentes enteros.
El capitalismo ha generado este monstruo técnico al que adoramos
en el que nos promocionamos a nosotrxs mismxs como "creados de contenido"
alimentando una maquinaria que destruye subjetividades adolescentes.
El capitalismo es calentamiento global, tropicalización de los polos.
El capitalismo es una humanidad
que destierra migrantes, que guerra más guerra más guerra.
Una humanidad fábrica de frustradxs, de alienadxs, de zombies.
Que prende fuego a lesbianas,
al monte nativo para grandes negocios inmobiliarios,
que caga a trompadas a una travesti en una plaza.
Una humanidad que huye de la naturaleza por representar esa fuerza incontrolable que se convence a si misma que puede controlar.
Una humanidad que vitorea locos gritando "zurdos de mierda", que le da micrófono al delirio violento de Javier Milei y le regala todos los triunfos porque es un hijo sano del capitalismo.
Una humanidad fascista que por su malestar en la cultura genera odio y persecución a todas las maneras de vivir que no ingresen por la puerta pequeña de un deber ser heterosexual y blanco.
Pero hay muchas otras humanidades,
que aman tiernamente,
que comparten desde la risa,
que incluyen sin pensar consecuencias porque lo importante es que estemos todxs.
Humanidades otras que celebran la vida a pesar de el monstruo voraz que la succiona.
Que no escapan a su lado más animal, sino que lo celebran y lo visten orgullosamente
expandiendo una alegría que colma los cuerpos.
Congregación como estandarte.
En pequeñas comunidades que no se aislan, que buscan al de al lado para tomar fuerzas juntxs.
Cuál será la construccion alternativa a tanto odio y competencia que genera el capitalismo, no tengo idea.
De momento prefiero irme con la humanidad diversa, agacharme ahí para llenarme de deseo y reventar para que la vida brote lejos desde mis restos.
Y aqui no se trata de capital si o no, el capital es un mal que ya está regado, desbordado.
Tampoco se si hay forma de tener capital sin capitalismo, quiero creer que hay humanidades en donde eso se está llevando a cabo.
Quizás en la comuna de la Recoleta en Chile, el barrio Los manantiales o Cerro Azul o Agua de Oro en Sierra Chicas, quizás vos, lectorx, tenés más ejemplos.
Algo urgente falta y no es sólo la organización colectiva, que es está demostrado que sobra de voluntad.
Algo no estamos viendo y no es la bronca o el odio.
Algo urgente que quizás no nos falta, hay que empezar a buscar en algún rincón exiliado de la hitoria por el capitalismo.
Ayer la marcha demostró que muchas personas no retroceden y que si eso sucede es la fiesta de la vida.
Que se viste con sus mejores colores para celebrarse a sí misma por ser. Y fue hermoso.
No nos traigan cajas cuadradas encorsetadas ni enclosetadas porque las prendemos fuego y se las tiramos a la cara.
Vengan a buscarnos que lxs estaremos esperando llenos de aservo popular para escupir verdad.
Sostengo que deberíamos comenzar a exigir reparación histórica ya por este gobierno. A la sociedad y al estado argentino.
Podría seguir escribiendo cuatro testamentos porque lo que se enarbola del otro lado es una miseria mezquina que mata y en contra de eso todo.
Sólo rezaré que sea semilla esta movilización de ayer, semilla que vuele alto, que crezca en las nubes y nos colme de raices.
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Rocío Giménez Ferradás
Hola! Soy dibujante pero las palabras son un jardin en el que refugio el pensar
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