La nostalgia y la añoranza son trampas letales para una persona que es tonta y melodramática.
El asunto es que, cuando se mira instropectivamente con claridad, te das cuenta que esa historia fue una cárcel en donde no tenías voz ni voto y solamente eras una rehén culpable por default. ¿Y si...? No, no vamos a saber nunca qué hubiera pasado.
Dicen que Dios no castiga dos veces. Que Dios es duro pero justo. No me sentiría segura de poder realizar una afirmación de ese estilo.
A veces trato de ser empática y entender las razones y los motivos. Pero cuando no hay razones ni motivos, ¿qué explicación queda? ¿Pensar que esto tenía que pasar por algo? Quizás no tenía que suceder. Las personas son ingratas y egoístas. Muchas personas tienen cerebro y no piensan ni siquiera con sus instintos y deseos. O es el cerebro o es el corazón. Pero parece que los bots existían desde antes que se inventara la tecnología. Esa automatización por imitación. La vida no es eso. La vida humana no puede ser eso, yo me niego y me escapo.
El daño muchas veces es irreparable. Pero tenemos sangre, venas, ojos, manos, gusto, olfato. Hay que pensar más allá del presente y más acá en lo genuino. Ojalá todos podamos ser honestos con lo que nos pasa. Sería un mundo mejor.
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