ante mis ojos.

nunca fui tan sincero para decirte porque me quedé siempre a tu lado, aún no físicamente, y porqué no pude cerrarme a la idea de dejar de amarte. 

bueno, es momento de abrir mis cosillas y dejarte leer mi corazón. te conocí torpemente, sin intención alguna que no haya sido verte sonrojado, admito que me hice el re chamuyero con vos porque no aflojabas y te hacías el difícil, podría decirte que me gustan los retos pero realmente no fue por eso que puse mis ojos en vos sino que fue tu presencia. ante mis ojos eras y sos la persona más hermosa que alguna vez llegué a conocer pero al mismo tiempo me dabas paz, una serenidad que busqué por años y que de una forma sorprendente encontré en vos. 

 amor mío, te conocí y no te entendí, a veces parecías hablar en un idioma desconocido para mi pero a lo que yo me aferré fueron a tus ojos. me transmitían una tranquilidad que nunca nadie había generado, cuando los veía podía sentir como todo se desvanecía y éramos solo vos y yo, nosotros. aprendí a leerlos y entenderlos por lo tanto te puedo decir con toda confianza que yo me quedé porque aprendí cosas de vos con solo verte a los ojos. cuando tenías miedo, cuando estabas inseguro, cuando sentías que todo se desmoronaba pero intentabas mantenerte sereno y fingir que no te afectaba, yo me enamoré de vos porque te conocí profundamente, porque sabía que lo que decías o hacías era diferente a lo que sentías. solo era cuestión de tiempo para que vos lo notes, para que aceptes el ser humano que sos. alguien tan cálido con días lluviosos, que siente, que sufre, que ama, alguien tan sentimental que invadió mis pensamientos y sueños hasta que acepté que no hay forma de que me rindiera con vos. 

te amo y amarte implica hacerlo cuando estás mal, roto, quebrado o feliz, alegre, vivo, también cuando estás apagado, frustrado, en todas y cada una de tus facetas yo te amo. incluso si no te entiendo o no comparto, yo te amo porque te conozco y sé quien sos: mi vida.