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    Analogías lamentables del arte y una persona durmiendo

    Aixa Ques

    Aug 22, 2024

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    Analogías lamentables del arte y una persona durmiendo
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    Papá murió. No se como pasó, pero eso cambió todo. Siempre pensé que cuando alguien moría, se vería durmiendo.

    No fue así.

    Ni siquiera en coma se veía durmiendo. Creo que jamás me invadió la sensación de vacío como esos tiempos. Las vigas de fierro que mantenían estable a la familia empezaron a temblar y el mundo afuera seguía su curso. Yo me quedé ahí, evitando que las vigas colapsen. En ese instante del que me aun cuesta salir.

    Ya no me reconocía en el espejo. ¿Quién era yo y qué podía hacer a partir de ahora? Cuando se sufre la muerte y el duelo, la vida comienza a tomar otro color. Es sutil, a veces imperceptible. Ni siquiera me animé a pintar. Pintaba tanto como dormía. No lo suficiente, eso seguro. Me acobardé y eso también cambió todo. El dolor y no saber cómo salir de ahí. Esas ganas de también morirme por la vida que me tocó atravesar. En constante declive. A veces me pregunto si alguien me tiró un gualicho. Tantas formas de vivir la vida y me toco esta. Si indago más, me amargo.

    Estoy cansada.

    No pinté por mucho tiempo. No al menos como alguien debería de pintar. Todo estaba vacío, sin sentido. Como el cuerpo sin vida de mi padre. ¿Qué sentido tenía? Siempre pensé lo mismo. No quiero ser la artista que pinta lo que sufre. Me hace sentir como cuando me obligaban a confesarme en la iglesia de la escuela. No quiero. ¿Quién dice que debo? Ser la artista sufriente. La artista que pinta la muerte. La artista que pinta el dolor. Si lo que yo quiero es dejar de sentirlo. No tenía sentido.

    Siempre me preguntan: "¿y vos que pintas?". "Personas durmiendo", y esa siempre es mi respuesta. No es mentira pero tampoco es la verdad. Pinto mis carencias y el deseo de que algún día se vuelvan propias. Como aquellas personas que ven un problema y crean algo para resolverlo en vez de romperse la cabeza contra la pared ante la indignación.

    Tal vez mis obras me arreglen.

    Necesito que lo hagan.

    Por eso pinto lo que pinto. Los observo y desearía ser ellos. Que lindo el sueño ininterrumpido. El dormir de una persona con el sueño pesado, que no vive en la alerta constante de que tal vez algo malo pueda volver a pasar.

    Aixa Ques

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