Amor a distancia
Su acogedora compañía conseguía derretir el hielo que hace años se formó en su corazón, haciendo que este latiera más fuerte cada vez que sus miradas se cruzaban. La calidez de su sonrisa, aquella sonrisa formada por dos hileras de dientes perfectamente alineados, conseguía provocar un agradable bienestar en ella. Cada vez que estaban juntos los labios del muchacho llamaban a los suyos a encontrarse en un tierno beso que duraría unos eternos segundos, sus manos se entrelazaban inconscientemente pues su piel anhelaba el contacto de la de él y sus almas conectaban a un nivel tan profundo que nada podía equiparar aquel fuerte vínculo entre los dos. Sus corazones seguían compartiendo el mismo amor, pero ahora sus cuerpos se encontraban a kilómetros de distancia.
Con el tiempo, la flameante llama del amor que en un principio ardía con tanta pasión entre los dos, poco a poco se fue apagando. Las discusiones eran cada vez más notorias, la inseguridad y la incertidumbre se apoderaban tanto de él como de ella, y la desconfianza del uno en el otro hizo mella en aquel vínculo tan especial que compartían. La firme conexión entre sus almas, cada vez era más débil. Los gritos, los sollozos y todas aquellas noches solitarias deterioraron sus corazones, haciendo que amarse fuera cada vez más difícil. La inestabilidad de su relación, sumergió a ambos en un cúmulo de inseguridades del que no podían salir. Con cada pleito, se escupían palabras llenas de odio y rencor que se clavaban como puñales dentro de sus desgastadas almas. Y pese a la culpabilidad que sentían después, ninguno se atrevía a disculparse, pues su orgullo no se lo permitía. Con tristeza por la situación y cierta melancolía, ella lloraba noche tras noche pensando que aquel hombre que tanto amó, jamás volvería.
Pasaban los días y lentamente, fueron tomando distancia de tal forma que la única manera de comunicarse era a base de monosílabos. La profundidad de sus conversaciones, aquellas que solían hacer en las largas noches de verano, paso a ser superficial. Con cada día que pasaba, dejaban más distancia entre conversas, haciendo que la separación entre los dos fuera cada vez más obvia. Estaba clara cuál era su solución, pero ninguno de los dos estaba dispuesto a aceptarla.
Madely
Bienvenido a mi perfil! Aquí compartiré algunos escritos cortos y reflexiones. Espero que sean de tu agrado :)
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