Mi amor tiene ojos de sol de mayo.
Es refugio y certeza
ruge como el mar que tanto anhela
lleva desojado el corazón
y se extravía en su propia mirada.
Una constelación habita en su rostro
en su infinita belleza
donde tantas tropezamos
Pero solo algunas hicimos pie.
Es rebeldía inagotable,
cuento que no se deja leer,
laberinto que el Minotauro no pudo sortear.
La voz que advirtió a Ícaro
sobre sus alas de cera
—y, como siempre, tuvo razón.
Es agua clara,
el aroma del guiso de mi madre,
lirios en flor,
mañana de primavera.
Hija de julio
del principio del milenio.
Fruta fresca del sur
pasión y certeza lacerante.
Tormenta sagrada
fuerza que eleva y transforma
Poeta y poesía
palabras y silencios,
en los que prefiero esconderme
cuando la abrazo.
Compañera y regente de mis sueños,
la luna
la noche
lo bello
Ferocidad y ternura:
mi amor es vida,
la que me faltaba
La que solo ella
Podía devolverme
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