En el amanecer de la ciudad,
testigos mudos de la rutina urbana,
se escuchan ladridos de perros amigos,
que espantan malas intenciones,
mientras desde esquina, la soledad te acompaña.
En el amanecer entre los cerros,
la luz se cuela entre las sombras del olvido,
se sienten ladridos de perros amigos,
que espantan malas intenciones,
mientras desde la acequia, la vida te espía.
En el amanecer en el mar,
las sombras de la noche dispersan penumbras del pasado
se perciben ladridos de perros amigos,
que espantan malas intenciones,
mientras desde la orilla, el destino te espera.
GABRIEL GUILLERMO
ESCRIBO POEMAS PARA QUE SE CONVIERTAN EN CANCIONES…. A VECES LO LOGRO… A VECES LO LOGRAN…
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