alfileres de amor *

ㅤㅤㅤTe tomo de las manitos. En un acto inocente de caricia humana, que impacta en mi alma. Te inspeccionó, para descubrir donde es que tengo que dar las puntadas. Te quiero hacer un remache, que mi amor se quede como parche. Me quedé a vivir en tu piel, como tela impermeable. No quiero ser un retazo de memorias, quiero ser el recuerdo completo.

Mis manos no tocan: perforan. Una caricia que se siente áspera, un mimo que trae heridas. Aún si hay delicadeza, siempre está la sensación recurrente de ardor. Espinas en las yemas, que se arrastran por la piel en cada toquecito. De esas que tocan, hieren y dejan una marquita permanente en cada visita por allí; de esas recurrentes que te aprietan, te estrujan y te quieren tener fusionado piel-a-piel, como una costura de amor. Agujas que se clavan, aún si vienen de una intención de amor, salen gotitas de color carnesí. De esas que salen disparadas cuando algo duele. Una tragedia (o triunfo); se manchaba de rojo, se teñía la piel, ardía, pero paralelamente: a mí también se me clavaban las agujas entre los dedos. Me fusionaba como dos pedazos de tela queriendo coserse y volverse uno. Era como sostener con alfileres el amor. Queriendo atravesarse el corazón/la piel.

Llena de puntadas mal hechas, que son producto de unos dedos desesperados. Con alfileres todavía colgando de la piel, haciendo de unión entre el pasillo de distancia de mi latir al tuyo. Y yo te miro, y lo sé, no te abracé, te cosí. Para que nunca escapes de mí, para que nunca puedas deshacer las costuras, y mucho menos, hacer de lado los hilos. Te hago doble puntada, te sostengo con alfileres. Te los clavo, en el corazón, en el pecho, en el borde del alma, en un pedacito de ti. Para que quedes fija, con alfileres de gancho, con gacillas que sostienen los retazos de nuestros recuerdos. Pero, si un día te aburres, siempre quedarán los agujeros de las heridas, de forma permanente. Cuando quites los hilos, quedará un cachito de recuerdo, de lo que una vez fue un mimo. Como si al dejarte una marca, hiciera que no me olvides.

Sangrarás, pero,

cuando lo hagas,

no va a ser una despedida.

Va a ser una hemorragia.