¡Al límite!

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A las barricadas.

No habrá referéndum sobre la guerra como no lo habrá sobre la monarquía ni sobre la tauromaquia ni sobre el privilegiado estatus de la Iglesia Católica. No lo habrá porque, ya lo dijo Suárez, perderían.

Así, amparados en un supuesto defenderse del gran enemigo del este, el presupuesto belicista irá en aumento constante.

Y esto es porque se están armando, no contra Rusia, sino contra los Pueblos unidos. Los Pueblos de Europa, por ahora, eso sí, todavía abducidos.

Pero los poderosos saben que su abuso es excesivo, que sus mentiras son cada vez más difíciles de tragar, que sus modos son ya insoportables.

Lo saben y saben que los Pueblos un día se levantarán contra ellos. Recuerdan bien las guillotinas en las plazas de Francia. Por eso y porque sus negocios se lucran así, se da la frenética carrera para aumentar el armamento y las fuerzas represivas.

Nos tienen miedo.

Son cobardes.