Al fin y al cabo, realmente no te conozco de nada.
No me acuerdo tu fecha de cumpleaños, ni el sonido de tu voz.
Ya no guardo tus poemas,
y no sé si me leerás.
Sobre vos, tengo más dudas que certezas.
Sé que en algún momento compartimos pasiones y chistes,
que nos miramos distinto.
Que nos dedicamos horas enteras,
y lunas,
y sueños.
Sé que estás muy lejos de mí,
que yo estoy muy lejos de lo que fuimos.
Sé que no sé cómo suena hoy tu risa,
ni qué canción te hara suspirar.
A destiempo, desde el primer momento.
Cuando vos estabas listo, yo no me conocía.
Cuando quise, sonreíste bajando la mirada;
ya le habías prometido a alguien más mi lugar.
Y eso no me molestaba...
Al fin y al cabo, no te conozco de nada.
Pasaron muchos años de nosotros.
Aunque aún me emociono con las historias de amor,
y aunque sigo sintiendo sin medida,
ya no soy todo lo que conociste de mí.
Y supongo que lo mismo pasa con vos.
Así, de lejitos abrazo fuerte a quien sos para mí.
En mi memoria todavía tomamos birra los findes
y pasamos horas hablando de todo,
aunque no nos dijimos nada,
si no, la historia sería otra.
O tal vez no.
Tal vez si lo dijimos,
en cada mirada,
en cada chispa,
en cada rayito de sol.
Pero más que eso, no.
No te puedo extrañar.
Al fin y al cabo, no te conozco de nada.
Si te gustó este post, considera invitarle un cafecito al escritor
Comprar un cafecito
Muriel
Bienvenidos a este espacio. Es un rincón íntimo, un lugar donde Muriel piensa, ama, recuerda y se inventa. Aquí la escritura no busca verdades, busca latidos.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.

Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión