Me abrazaba, como si fuera la última vez,una despedida teñida de falsa lucidez, envuelta en alegría, quizás del revez
me abrazaba, dejando su alma en el ayer,
soñando con un viaje del que no iba a volver.
Decir adiós siempre es un desafío,
más cuando se viste con dulce desvío,ese encanto que diambula, que te llena de dudas.
¿Quién imaginaría que sería el final,
que en ese abrazo se ocultaba algo tan fatal, no era un simple acto quizás...?
No era solo contacto, era casi un mandato,
decir adiós duele más, cuando el adiós es sellado, y solo uno es el enterado
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión