Hoy me despido de ti. Años vividos y compartidos. Pienso que fue ayer cuando te vi por primera vez, un poco torpe, pero tan alegre que iluminabas el lugar. Pienso qué tan pequeño y frágil eras. Pienso en tu mirada que llegaba hasta mi alma. Eras quien me recibía y despedía todos los días, con quien compartía mis días. ¿Podré volver a aquellos momentos? Ahora todo es tan silencioso y austero que genera que no sepa respirar. Hoy lloramos, te vemos partir como un ángel. Como un ángel que llegó a nuestras vidas para mejorarlas. Eras frágil y ahora aún más. ¿Cómo puedo decirte adiós si fue ayer cuando te vi llegar? Ahora puedo comprender lo poco y, a la vez, lo mucho que vivimos. Hoy vuelas, te desapareces de mi vista, pero sé que algún día a casa volverás.
Martín, te amamos hasta el infinito y más allá.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.


Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión